La segunda edición del informe ‘Vulnerabilidad de los barrios de Málaga’ ha dejado cifras tan dispares como que Málaga ha reducido a la mitad (de 8 a 4) el número de barrios más vulnerables con una disminución del número de barrios del grupo de los menos vulnerables (pasa de 4 a 2 grandes barrios), que la renta neta media por hogar en Málaga creció de media en todos los grandes barrios, estando en 2021 el 65% de éstos por encima de la media andaluza (28.483€) y provincial (28.574€), o que más de la mitad de los grandes barrios cuentan con una esperanza de vida por encima de la media española (83,10 años) y se registran diferencias de hasta 9 años entre el de máxima esperanza y y el de menor valor.
Pero, es necesario, desglosar las cifras y las conclusiones del informe elaborado por la Fundación Ciedes en colaboración con la Universidad de Málaga y diversas áreas municipales, que analiza la vulnerabilidad económica, social, territorial y asistencial de la población en 306 barrios y 20 grandes barrios de Málaga con el objetivo de “orientar las políticas públicas y la necesidad de fondos europeos”.
Así, han destacado que, en términos generales, se ha producido una ligera mejora de la media del índice sintético de los barrios, pasando de una posición de 0,555 en 2020 -fecha del primer estudio- a 0,528 en 2023, lo que confirma que está descendiendo la vulnerabilidad global y se ha reducido a la mitad, de 8 a 4, el número de barrios más vulnerables y se ha producido una concentración de los grandes barrios en valores intermedios, de modo que se rompe la clásica separación entre el este y el oeste.
El análisis divide los 20 grandes barrios en tres grupos según su grado de vulnerabilidad: Grupo A, los menos vulnerables (valores del índice entre 0 y 0.35); grupo B, los intermedios (0.35-0.65) y grupo C, los más vulnerables (entre 0.65 y 1). Se produce una mayor concentración de los grandes barrios del 2023 respecto al 2020 en el grupo de valores intermedios de vulnerabilidad (grupo B), rompiendo con posiciones relativas extremas y con la segregación espacial tradicional este- oeste. En el grupo A, Teatinos y Litoral Oeste: Puerta Blanca- Finca el Pato, están cercanos a Malagueta- Limonar en la dimensión socioeconómica, con población joven y alta esperanza de vida y ambiental. No obstante, Puerta Blanca- Finca el Pato y Segalerva- Olletas se trasladan del grupo A en el que se posicionaron en 2020 al grupo B en 2023, por factores demográficos (envejecimiento y soledad, principalmente) que conlleva también una mayor demanda asistencial.
Por otro lado, el Grupo C (mayor vulnerabilidad) se reduce a la mitad de 2020 a 2023 (de 8 a 4). Mejoran los grandes barrios de La Unión-Cruz del Humilladero, Mármoles- Carranque, Campanillas, Camino Suárez- Carlos Haya, Trinidad y Ciudad Jardín, que pasan al grupo intermedio de vulnerabilidad. Los grandes barrios con los índices de vulnerabilidad más altos, Palma- Palmilla y La Luz- San Andrés, mejoran respecto a 2020, si bien sube el índice ligeramente en los de Centro Histórico y Huelin por factores socioeconómicos entrando en el grupo C.
Se destaca que más de la mitad de los grandes barrios cuentan con una esperanza de vida por encima de la media española (83,10 años) y se registran diferencias de hasta 9 años entre el de máxima esperanza (87,25 años en Teatinos- Guadalhorce) y el de menor valor (Suárez- Carlos Haya con 78,37 años). Por último, los grandes barrios de Teatinos y Malagueta-Limonar (cerca de 3%) son los que cuentan con menos población procedente de países con bajos índices de desarrollo frente a Trinidad y Huelin, con valores por encima del 15%.
Los datos de renta neta media por hogar en Málaga crecieron de media en todos los grandes barrios, estando en 2021 el 65% de éstos por encima de la media andaluza (28.483€) y provincial (28.574€). En renta media de los hogares se destaca notablemente Malagueta- Limonar (por encima de los 54.000€/año), seguido por un grupo de barrios entre 37.000€ y 42.000€, como Segalerva- Olletas, El Palo- Candado, Teatinos- Guadalhorce y Puerta Blanca- Finca el Pato. Con valores más bajos de renta y con rentas por debajo del 60% de la mediana están Palma- Palmilla, La Luz- San Andrés, Trinidad y Suárez- Carlos Haya.
Málaga incorpora nuevas zonas verdes
En esta nueva edición se ha dividido la dimensión territorial del estudio anterior en dos dimensiones: territorial y ambiental, la primera más vinculada con la configuración de la ciudad y la segunda con las condiciones ambientales y naturales. De modo que, actualmente, con la incorporación de nuevas zonas verdes, la ciudad ha incrementado la ratio media de metros cuadrados de zonas verdes por habitante hasta los 13,4 metros cuadrados frente a los 7,6 de 2017, según indicadores municipales.
En lo que respecta al informe presentado este martes, las zonas verdes totales por habitante (públicas y privadas) alcanzan sus mayores valores en Churriana- Bahía Málaga (con más de 307m2/hab.) y en el lado opuesto se encuentra Huelin- Cruz del Humilladero con una ratio de algo más de 4m2/hab. Una distribución que está condicionada por la configuración de la ciudad y su desarrollo urbanístico con barrios originalmente obreros densamente poblados de mediados del siglo XX donde apenas hay espacio público, frente a barrios de autoconstrucción y/o desarrollos en pendiente y hacia los valles agrícolas, donde hay un índice elevado de espacios verdes privados.
El informe destaca, en este aspecto que “lógicamente, esta misma distribución de grandes barrios se sigue prácticamente para la variable de proximidad a los servicios públicos, que están situados en las zonas más densamente pobladas. Estos barrios originariamente obreros también cuentan con los valores más bajos del precio de la vivienda y mayor antigüedad de la misma.
Por último, en la dimensión ambiental se constata de nuevo la diferencia entre tres tipos de zonas en la ciudad: zonas con altitud en piedemonte y orientación sur, que tienen indicadores ambientales más altos; zonas entre la red de drenaje y el pie de monte con cierta pendiente y orientación sur, que tienen algún problema mayor de escorrentías y suelos sellados; y las zonas planas sin orientación con excesivo sellado de suelos y mayores problemas en caso de inundaciones y sensibilidad ante cambios de temperatura, que pueden variar hasta 3 grados respecto a los mejor posicionados.