Nunca hay que bajar la guardia. - La Policía Local de la capital malagueña ha vuelto a monitorizar este año las redes sociales para evitar que se llevan a cabo fiestas de Nochevieja sin autorización. Así, según indicaron fuentes municipales en un comunicado, como resultado de sus investigaciones, se han detectado un total de 17 convocatorias para el último día del año en la capital, de las que nueve no disponen de autorización. Esto, ha llevado a la realización de de apercibimientos a los responsables de las mismas en coordinación con la Policía Autonómica.
Ésta ha sido una de las cuestiones abordadas este lunes en la Junta Local de Seguridad con motivo de la Navidad, celebrada en el Ayuntamiento y presidida por el alcalde, Francisco de la Torre, y por el secretario general de la Subdelegación del Gobierno, Juan Pedro Carnero, un encuentro al que, además, han asistido mandos de Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Autonómica, Policía Local, Real Cuerpo de Bomberos y Protección Civil, junto a los concejales de Seguridad, Avelino Barrionuevo; Comercio, Elisa Pérez de Siles; y Movilidad, Trinidad Hernández.
De la Torre y Carnero han destacado la “muy buena coordinación” de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad para que las fiestas transcurran en Málaga con “total normalidad”.
En el encuentro se ha repasado el dispositivo de seguridad de Navidad, activado el día del encendido del alumbrado, 29 de noviembre, que estará activo hasta que finalice la noche de Reyes, el 6 de enero y a lo largo del cual, la Policía Local ha planificado un total de 6.730 servicios (extraordinarios y ordinarios) entre el 29 de noviembre y el 6 de enero y que destinará a las cabalgatas un refuerzo de más de 230 agentes.
Por su parte, Protección Civil desplegará hasta 40 voluntarios en la Cabalgata y llevará consigo nueve desfibriladores que se suman a los 690 que integran la red Málaga Cardioprotegida. También continuará la identificación de niños y adultos con problemas de orientación mediante pulseras que identifican mediante códigos QR.
Hay que recordar también que de los 4.767 agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil que han reforzado en Málaga la seguridad ciudadana durante la campaña de Navidad, 2.081 efectivos están en la capital malagueña, como indicaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno. Hay que tener en cuenta, que el principal objetivo de este refuerzo es “proteger al sector del comercio, a los ciudadanos y a los turistas que nos visitan durante este periodo en el que se incrementa notablemente la actividad comercial en toda la provincia”.
En la Junta de Seguridad Local se ha recordado que las medidas de seguridad tomadas en estas fechas, con grandes aglomeraciones de personas en la vía pública, se corresponden con alerta antiterrorista 4 reforzada.
A tener en cuenta
La Asociación Española de Consumidores advierte a los consumidores de la necesidad de estar informados acerca de los requisitos que deben reunir tanto las fiestas de Nochebuena como en los cotillones de Fin de Año.
El usuario debe asegurarse de que la fiesta a la que va a acudir posee la autorización municipal correspondiente para lo que pueden llamar a la oficina de información de su Ayuntamiento; en caso contrario, además de poner en riesgo su seguridad, la fiesta podría ser suspendida, incluso después de haber empezado. También debe comprobar que el local cuenta con todas las medidas de seguridad exigidas según su aforo y por supuesto licencia para ejercer la actividad.
Además, la entrada debe especificar el precio, el aforo del local, y la garantía de que el lugar cumple las medidas de seguridad. El local debe contar con servicios higiénicos suficientes, guardarropa, personal de seguridad y equipo sanitario. El usuario debe tener en cuenta que la publicidad de este tipo de fiestas es vinculante, por lo que conviene guardar la invitación o el folleto explicativo para poder reclamar. También se debe conservar el ticket o entrada.
La Asociación Española de Consumidores recuerda que el hecho de no observar estas mínimas y fundamentales precauciones expone al usuario a un servicio deficiente y de mala calidad pero, sobre todo, puede suponer un peligro para su seguridad.