La
majestuosidad de las
cavidades subterráneas del Parque Nacional de la
Sierra de las Nieves revela un patrimonio geológico único. Este
sistema subterráneo es una de las maravillas naturales que subrayan la importancia de conservar este enclave, donde la belleza del paisaje kárstico se entrelaza con una
historia geológica que abarca millones de años.
El "compromiso" de la Junta de Andalucía por preservar este legado natural "se refuerza día a día mediante iniciativas de
conservación que aseguran la protección de este
entorno singular", han señalado desde el Ejecutivo andaluz en un comunicado.
El Parque Nacional de la Sierra de las Nieves, ubicado en el corazón de la provincia de Málaga, es un
refugio para la biodiversidad y, además,
uno de los paisajes geológicos más notables de la península ibérica. Con una extensión de
22.979 hectáreas, el parque se caracteriza por su variada geología, con
rocas sedimentarias, rocas ígneas y rocas metamórficas, siendo las formaciones de roca caliza, dolomías y margas, las que han dado lugar a un
impresionante relieve kárstico.
Las sierras blancas, compuestas por rocas sedimentarias, son responsables de la creación de simas, dolinas, lapiaces y tajos, todos ellos elementos distintivos de un entorno donde
el agua y la roca han moldeado el terreno a lo largo de milenios.
La
sima GESM, también conocida como sima de la Luz, es el principal exponente de este vasto paisaje subterráneo. Con
1.101 metros de profundidad, es la sima más profunda de Andalucía, la decimotercera de España y la sexagésimo tercera del mundo.
En concreto, se sitúa dentro de un sistema de cavidades que se extiende por todo el parque,
algunas de las cuales aún no han sido exploradas por completo, lo que añade un halo de misterio a esta joya geológica. Dentro de estas cavidades, también se encuentra la segunda y tercera simas más profundas de la comunidad autónoma.
Este
endokarst, como se le denomina en términos técnicos, se vincula a la existencia de
una gran masa de agua subterránea, un acuífero que se estima tiene un espesor de hasta 1.500 metros y que
alimenta importantes ríos de la provincia de Málaga, como el Grande, Genal, Turón y Verde.
La solubilidad de las rocas calizas ante las precipitaciones ha permitido la creación de este
sistema de cuevas y sumideros, algunos de los cuales alcanzan profundidades asombrosas, convirtiéndose en un reto para espeleólogos de todo el mundo. Este relieve kárstico es uno de los mejores ejemplos del karst mediterráneo, un fenómeno natural que se aprecia especialmente en las cumbres del parque, donde el agua ha esculpido verdaderas obras de arte geológicas.
DIVERSIDAD CLIMÁTICA
No obstante, el Parque Nacional de la Sierra de las Nieves es un tesoro no sólo por su paisaje geológico, sino también por su
biodiversidad. Con una extensión que abarca
desde los 140 metros hasta los 1.919 metros de altitud en su pico más alto, el parque ofrece una extraordinaria
variedad de climas, desde el mediterráneo subtropical hasta el de alta montaña.
Esta diversidad climática, unida a la complejidad orográfica, ha permitido la
coexistencia de una flora y fauna ricas en especies endémicas y protegidas.
El
pinsapo (Abies pinsapo) es la
joya botánica del parque, una especie de abeto que solo se encuentra en esta zona de la península ibérica y que, gracias a los esfuerzos de conservación, está logrando recuperarse tras
años de amenazas por el cambio climático y la actividad humana.
Junto con el pinsapo, el parque alberga una flora diversa que incluye
más de 1.400 especies de plantas, muchas de ellas endémicas. En cuanto a la fauna, Sierra de las Nieves es hogar de casi
200 especies de vertebrados, destacando la
cabra montés, el águila real y el cangrejo de río autóctono, una especie en peligro de extinción. Las aves también se encuentran en este parque un refugio seguro, con especies emblemáticas como el
águila perdicera y el halcón peregrino.
CONSERVACIÓN
Por otro lado, han incidido en que desde su
declaración como Parque Nacional en 2021, la Junta "ha intensificado los esfuerzos para proteger los valores naturales y geológicos de la Sierra de las Nieves".
La implementación de planes de recuperación y conservación de especies y hábitats ha sido un paso fundamental para asegurar la pervivencia de este espacio natural en el futuro. Las formaciones kársticas, con sus profundas
simas y cavernas, son un legado que debe preservarse para las futuras generaciones.
Para ello, se han puesto en marcha diversos
programas de educación ambiental y sensibilización, dirigidos tanto a la población local como a los visitantes del parque, con el fin de promover prácticas sostenibles y un turismo responsable.
El Parque Nacional de la Sierra de las Nieves representa un ejemplo perfecto de cómo la naturaleza y la geología se combinan para ofrecer paisajes de una belleza sobrecogedora. Los profundos tajos, las dolinas y las simas son testigos mudos de la historia geológica de esta región, una historia que, "a través de los esfuerzos de protección y conservación, continuará escribiéndose".