La Policía Nacional ha liberado a
28 mujeres esclavizadas que eran
explotadas sexualmente en un club de alterne en la localidad malagueña de
Fuente de Piedra. El establecimiento ha sido clausurado de modo cautelar por orden de la autoridad judicial.
Entre las afectadas han sido localizadas
ocho víctimas de trata de seres humanos, ha indicado la Policía Nacional en un comunicado. Por su parte,
siete personas han sido detenidas en la provincia por su presunta implicación, según el grado de implicación, en los delitos de
trata de seres humanos con fines de explotación sexual, relativos a la
prostitución, contra el
derecho de los trabajadores,
agresión sexual, contra la
salud pública,
tenencia ilícita de armas y pertenencia a organización criminal.
A lo largo de la investigación se han activado los mecanismos de cooperación y coordinación policial internacional con la Policía Nacional de
Colombia, país de procedencia de la mayoría de las esclavizadas, permitiendo seguir la pista de varias víctimas de trata desde su captación en Sudamérica hasta su llegada al prostíbulo en España.
El
burdel de Fuente de Piedra, bajo la
apariencia de hotel con sala de fiesta, se había convertido en lo más parecido a
una "cárcel" para las mujeres,
endeudadas con la trama y
amenazadas a
ejercer la prostitución en condiciones infrahumanas.
La denominada operación 'Flamencos', llevada a cabo por el Grupo III de la UCRIF de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras en Málaga, con la colaboración de la Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos y de la Inspección Provincial de Trabajo y la Seguridad Social,
permitió desarticular una red de alcance internacional, con una rama española y otra colombiana, cuyos miembros se dedicaban de manera concertada a la trata de seres humanos con fines de explotación sexual y delitos conexos.
La investigación se inició en octubre del pasado año a partir de la localización de dos de las víctimas, en una actuación policial emprendida por patrullas adscritas a Seguridad Ciudadana de la Comisaría de Antequera, que informaron de la situación a la unidad policial competente.
CAPTADAS EN ORIGEN BAJO ENGAÑO
En el organigrama interno de la organización, por un lado, se hallaba la rama colombiana, encargada de la
captación de víctimas en origen para, mediante engaño, convencerlas de viajar a España para ejercer la prostitución en unas condiciones "idílicas".
Una vez reclutadas, la estructura española gestionaba todo lo necesario para su traslado y entrada en territorio nacional como pasajes de avión, dinero en efectivo o reservas de hotel.
Así, tras su llegada al aeropuerto de Barajas, en Madrid, las víctimas obtenían una tarjeta telefónica y recibían seguidamente las oportunas indicaciones para llegar hasta la
estación de tren de Santa Ana, en la localidad malagueña de Antequera, donde otro miembro de la red las trasladaba al club.
Una vez en el club de alterne, las mujeres conocían cuál era el montante real de su
deuda con el grupo criminal,
incrementada de manera "desproporcionada" con conceptos ficticios, según la investigación.
Además, las mujeres descubrían las
condiciones abusivas, gravosas y restrictivas de derechos a las que se enfrentaban, lucrándose la trama sistemáticamente de la explotación sexual de ellas con la obtención de
altos réditos económicos, en función de los servicios ofertados, los cuales eran fijados, controlados y supervisados por los proxenetas.
A lo largo de la investigación, los agentes también constataron que las víctimas eran
forzadas a ejercer la prostitución en jornadas interminables, sin importar que estuvieran
enfermas o incluso con el ciclo de menstruación; además eran aleccionadas para
ofrecer a los clientes sustancias estupefacientes y potenciadores sexuales, fomentando su consumo a cambio de una contraprestación.
Las mujeres estaban
recluidas en el burdel, sin contrato de trabajo, ya que no estaban dadas de alta en la Seguridad Social, y bajo las
amenaza de los miembros de la red, no solo hacía ellas mismas, sino también con el
miedo de que sus familiares pudieran ser objeto de algún tipo de represalia en Colombia. Las víctimas estaban a merced de la organización criminal y en situación de total vulnerabilidad.
Finalmente, tras el operativo, se procedió a la
detención de siete personas, desarticulando por completo el liderazgo de la organización criminal y su rama española, así como gran parte de su financiación mediante la clausura judicial del prostíbulo y el
bloqueo de cuentas bancarias y bienes por valor de 2,3 millones de euros, interviniendo tres vehículos y 133.482 euros en efectivo.
También
arma corta de fuego --en el domicilio del líder de la trama--; un puño americano; una defensa extensible; diversa documentación acreditativa en relación a los delitos investigados como hojas de control de servicios sexuales y la libreta donde la organización llevaba el control de la deuda de las víctimas de trata, así como
sustancias estupefacientes dispuestas en dosis para consumo individual. Han señalado, asimismo, que la autoridad judicial decretó
prisión provisional sin fianza para dos de los principales investigados.
Por otro lado, desde la Policía Nacional han recordado que esta operación se enmarca dentro del
Plan de la Policía Nacional contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual. La Policía Nacional cuenta con la
línea telefónica 900 10 50 90 y el correo trata@policia.es para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia, anónima y confidencial de este tipo de delitos, no quedando reflejada la llamada en la factura telefónica.