Francisco de la Torre ha cumplido 25 años como alcalde del Partido Popular en Málaga, y lo ha hecho defendiendo que, en este periodo de tiempo, la capital de la Costa del Sol ha “avanzado como nunca” y ostenta el “orgullo de ser referencia cultural, turística y tecnológica”; además, asegura que a sus 82 años de edad sigue trabajando al “ritmo de siempre” y tiene la vista puesta en “muchas cosas por hacer” e “importantes retos” que afrontar. Lo ha hecho público en un vídeo que ha difundido en sus redes sociales.
¿Lo ven igual desde la oposición? Es evidente que no. Para el portavoz del Grupo municipal socialista, Daniel Pérez, “el drama habitacional que vive Málaga es el balance de los 25 años de gobierno de De la Torre”, y para ¨Toni Morillas, coportavoz de Con Málaga, “cualquier balance sobre la actividad del alcalde tiene que medirse por la realidad de las condiciones de vida de la gente en la ciudad y, lo cierto, es que Málaga es una ciudad víctima de la gentrificación y turistificación, con una subida desorbitada del precio de la vivienda que nos sitúa como la ciudad española con una mayor tasa de esfuerzo para el pago de la vivienda”.
Y para el concejal portavoz de esta formación, Nico Sguiglia, “la pregunta que hay que hacerse es qué habría sido de Málaga si en vez de tener un alcalde preocupado por promocionar los negocios inmobiliarios o la promoción turística hubiera priorizado la calidad de vida de los vecinos y las vecinas. Se podrían haber mejorado los barrios, el transporte o generado más equipamientos públicos”.
Balance, por De la Torre
De la Torre ha manifestado que “parece que fue ayer” cuando “gracias a la confianza” de la ciudadanía asumió la Alcaldía de Málaga, tras lo cual afronta “cada jornada como si fuese la primera”, porque ejercer la Alcaldía de la ciudad es “el mejor trabajo del mundo” y “lo que más” le realiza.
“Aprendo cada día escuchando a todo el mundo, tomando nota e interesándome por las aspiraciones de los malagueños”, enfatiza el primer edil, admitiendo eso sí que en su labor le “frustra la limitación de competencias” que afronta el Ayuntamiento como administración local y también en materia de recursos municipales. Ha señalado que en estos 25 años, Málaga ha “avanzado como nunca” con hitos como la peatonalización del centro, construcción del Martín Carpena, la integración de los muelles uno y dos, el palacio de ferias y congresos, el Museo Carmen Thyssen, el Centre Pompidou o la reforma de la Alameda Principal, entre otros proyectos; garantizando además “servicios públicos de calidad y equipamientos en los once distritos” de la ciudad.
Y ha expuesto que actualmente la gestión municipal se centra en promover viviendas asequibles para la ciudadanía. De la Torre ha defendido que sigue “en el día a día” del trabajo institucional. “Por Málaga, lo que sea”, ha defendido el alcalde.
No lo ven color de rosa
Pero el líder socialista, Daniel Pérez, considera “el principal problema que tienen las familias malagueñas, la falta de vivienda asequible” en un momento en que “se está obligando a nuestros vecinos a hacer maleta e irse”. A su juicio, Málaga se ha convertido en una de las más caras de España para vivir “por decisiones políticas adoptadas en estos 25 años, no por el azar”. Ha acusado al equipo de gobierno de haber “abandonado la promoción de vivienda pública” y de haber permitido que el mercado inmobiliario cayera “en manos de la especulación y del turismo masivo”.
Pérez considera la gestión de De la Torre basada “en la opacidad y en los escándalos” por a la “constante falta de transparencia” y una “mala gestión institucional”, con casos recientes como el de Smassa, con irregularidades en la contratación de un aparcamiento en El Palo por valor de más de 25 millones, o el patrocinio de casi 100.000 euros a la Fundación Contemporánea, “vinculada a la concejala de Cultura, y aprobada sin pasar por los órganos correspondientes”; y oros como las irregularidades en PROMÁLAGA o las contrataciones en Urbanismo en Villas de Arenal, así como la reestructuración considerada ilegal por los tribunales de la Gerencia Municipal de Urbanismo, que completan lo que Pérez ha calificado como “una forma de gobernar donde priman los favoritismos y se desprecia la legalidad y el trabajo por la ciudadanía”.
Por su parte, Morillas ha reprochado que “el milagro malagueño se torna en pesadilla si nos adentramos en los barrios: desigualdad, déficit de equipamientos y zonas verdes, movilidad insostenible y falta de limpieza. En estos 25 años se acumulan los proyectos fallidos y se frenan actuaciones esenciales para la sostenibilidad, como el Bosque Urbano. La aspiración de un cinturón verde que rodee Málaga se está tornando en un muro de ladrillos que aprisiona la ciudad, desde Lagar de Oliveros a Rojas Santa Tecla ”.
También ha arrojado sospechas sobre la gestión: “No han faltado los escándalos y la sombra de corrupción, con operaciones personalistas de De la Torre que se han traducido en pérdidas millonaria para el erario público, como el Museo de las Gemas, o el ruido de irregularidades y opacidad en el CAC, Parcemasa, Smassa, la Filarmónica o la Gerencia Municipal de Urbanismo, una auténtica casa de los líos”.
Para Morillas, “en estos 25 años en la alcaldía su principal prioridad ha sido el impulso de una frenética actividad urbanística desarrollista y especulativa que sigue viento en popa y que ha convertido a Málaga en una ciudad en venta”.