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Los amarradores y la empresa Sepumasa han alcanzado un acuerdo de última hora que ha evitado que se bloquee el tráfico marítimo y se suspendan las operaciones previstas, como la llegada de cruceros y otros buques, al puerto de Málaga.
Se pone fin de esta maner a un conflicto se originó por el "rechazo" de la empresa a reconocer la jornada laboral de ocho horas y a retribuir como extraordinarias las adicionales que los empleados "venían asumiendo, en muchos casos, durante 24 horas de retén".
Después de "semanas de desencuentros y avisos de movilización", según indicaron en un comunicado fuentes sindicales de la Coordinadora de Trabajadores de los Puertos Andaluces, las negociaciones se intensificaron hasta alcanzar un compromiso de carácter temporal.
El acuerdo, indicaron las mismas fuentes, incluye una subida salarial de 7.850 euros anuales, además de un plus mensual de 650 euros por tareas complementarias de mantenimiento que los amarradores realizan en vehículos y embarcaciones para poder dar servicio al puerto, más allá de su jornada ordinaria.
Los representantes de los trabajadores han calificado el pacto como "un avance", aunque han dejado claro que se trata de una solución "provisional". Así, han indicado que en tres meses está previsto retomar las conversaciones para buscar un acuerdo definitivo que garantice, tanto la estabilidad de las condiciones laborales, como la normalidad en la actividad del puerto.
Fuentes sindicales de Coordinadora TPA han destacado que la situación estaba "al límite" y que, de no haberse cerrado este compromiso, el enclave malacitano habría quedado “secuestrado por una gestión abusiva e ineficiente, afectando gravemente al tráfico marítimo y al sector turístico", uno de los principales motores económicos de la ciudad.
Por el momento, la actividad en el puerto continúa sin alteraciones, mientras los trabajadores permanecen atentos al cumplimiento de los acuerdos y a la evolución de las próximas negociaciones.