Luego sucede que algunas tradiciones se pierden y, por eso, las instituciones públicas tienen que esforzarse por mantenerlas o recuperarlas.
Algeciras, que es una ciudad de cambios y mudanzas, requiere un esfuerzo especial de sus ciudadanos y gobernantes para que las tradiciones no se olviden.
Ello se hace necesario, sobre todo, cuando la tradición es algo tan peculiar y único como la costumbre de las niñas y niños de arrastrar latas la víspera del día de Reyes.
Hace quince años conseguimos que esta entrañable tradición volviera a nuestras calles tras varias décadas de silenciosas vísperas de Reyes. Ya, cada 5 de enero, nuestros ciudadanos más jóvenes desfilan por la ciudad haciendo todo el ruido que pueden con sus viejas latas para llamar la atención de los Magos de Oriente.
El cuento El Gigante Botafuegos se publicó en el año 2001 con el objeto de reforzar esa tradición tan tierna y peculiar de las niñas y niños de Algeciras. Es obra del profesor algecireño Juan Ignacio Pérez Palomares y no se pierde en el tiempo como se rumorea por ahí.
Luego, se llevó al Teatro Florida como obra de teatro, estrenándose también en fechas navideñas por nuestra propia Compañía Municipal de Teatro, cosa que podría recuperarse, si no este año porque ya no da tiempo, si en los próximos años para que sirva de complemento a esta tradición.
Pero, desde luego, El Gigante Botafuegos no se pierde en la noche de los tiempos como, incluso he llegado a leer.
Tiene solamente diez añitos y un autor. Y, desde luego, la intención es que en el futuro sí se convierta en esa leyenda que todos queremos para nuestros hijos y nietos.