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Traspié inesperado y peligroso

El conjunto verdiblanco jugó una pésima primera mitas que le cuesta una derrota que le deja cerca de los puestos de abajo

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  • Jugadores rotos. -

El Betis vuelve a la andadas. Por lo visto le van los retos fuertes, los equipos que no
juegan su Liga, a los que incluso les ha vencido. Esta vez hubo gatillazo ante un
Granada que dejó buena impresión en el Benito Villamarín y que fue netamente superior en
la primera parte, para saber sufrir en la segunda.

Tanta azúcar después de la última racha victoriosa, algo de relajación por la comodidad
en la tabla y las carencias clásicas labraron una derrota que obliga de nuevo a no
descuidarse. Aunque es difícil meterse de lleno en el descenso por el nivel de la Liga,
creerse que ya está todo hecho puede traer de nuevo el nerviosismo. Trabajo mental el
que tiene por delante Mel.

La primera parte fue sencillamente lamentable. Al Betis le pasó algo parecido a lo
ocurrido en el derbi. Salió fuera del partido, sin intensidad, ni norte. El Granada,
exponiendo algo más por el cambio de entrenador, se hizo con el partido sin problemas y
empezó a tocar a su gusto y a apretar más en todos los balones divididos. En el centro
del campo, el Betis fue una perita y sucumbió ante el excelente nivel de la pareja
formada por Mikel Rico y Martins. En defensa, costó un mundo solventar las jugadas. Y
para colmo el portero volvió a las andadas. La jugada del segundo ejemplifica
perfectamente lo que fue el partido. Un equipo, el Granada, decidido y fuerte a por los
balones. Enfrente el Betis -Casto- despistado, sin alma y dejándose coger ese medio
metro clave que define los partidos.

El repaso del Granada fue de cabo a rabo y de hecho a los doce minutos ya iba ganando
tras una buena jugada de Martins que remató Ighalo. El mediocentro subió el balón con
ímpetu, rompió las líneas del Betis, se deshizo de dos contrarios, pasó el balón al
nigeriano y todo ante la pasiva mirada de los verdiblancos. Para reaccionar en la
segunda parte había que olvidar lo mucho malo hecho y empezar por lo más básico, correr
más que el contrario. La bronca de Mel debió ser de campeonato al descanso. No era para
menos, puesto que a los problemas futbolísticos sabidos se unió una indolencia
intolerable.

Para dar algún mensaje y porque era necesario, tocaba hacer cambios rápidos y el de
Pozuelo por Salva Sevilla surtió efecto. No es que haya que culpar de nada a Salva
Sevilla, pero se movió con poca sangre y era lógico que fuera el sacrificado. Pozuelo le
puso ganas, miró siempre arriba y generó varias ocasiones. La dinámica en la segunda
parte cambió.

El Granada se aculó, el Betis varió de velocidad y las ocasiones empezaron a sucederse.
Un disparo de Jorge Molina y un remate ajustado de Pozuelo en el minuto 72 pudieron
recortar distancias. Tuvo que ser Jonathan Pereira, un futbolista algo desaprovechado en
este Betis, el hombre que pusiera el 1-2 y por tanto la emoción.

No obstante, los últimos minutos fueron pésimamente jugados por el Betis. Apenas hubo un
tiro, nadie puso una pelota arriba con sentido y el Granada tocó esperando que el
árbitro pitara el final.

No está el Betis tan sobrado, ni mucho menos, como para superar retos tan exigentes como
una remontada de dos goles. Regaló la primera parte y un equipo de similar potencial lo
aprovechó con inteligencia, buena colocación en el campo y eficacia.

Y la semana que viene, visita al Mallorca de Lorenzo Serra Ferrer y de Joaquín Caparrós.
Un choque donde urge de nuevo volver a la senda de los triunfos para no acercarse a la
zona complicada.

FICHA TÉCNICA
REAL BETIS (1): Casto; Isidoro (Pereira, 64), Mario, Dorado, Nacho; Iriney, Beñat, Salva
Sevilla (Pozuelo, 46); Juanma, Rubén Castro (Jorge Molina, 57) y Santa Cruz. GRANADA CF
(2): Julio César; Nyom, Borja Gómez, Iñigo López, Siqueira; Mikel Rico, Yebda; Jara
(Jaime, 68), Martins (Abel, 72), Dani Benítez (Fran Rico, 84); e Ighalo. Gol: 0-1: Min.
12, Ighalo. 0-2: Min. 40, Martins. 1- 2: Min. 81, Pereira. Árbitro: Turienzo Álvarez,
castellano-leonés. Amonestó a los locales Salva Sevilla, Nacho y Mario; y a los
visitantes Yebda, Jaime, Ighalo, Julio César y Dani Benítez.

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