”El gerente de Aeopas es un cargo meramente profesional, no político”, insiste Luis Babiano en reiteradas ocasiones ante las preguntas de Información.
Pero no piensan lo mismo quienes se han sentado en la misma mesa con él. Fran González, portavoz socialista en el Ayuntamiento de Cádiz, recuerda que fue a él a quien estrechó la mano en el transcurso de las negociaciones entre su partido, el PSOE, y el del que ahora es alcalde de Cádiz, José María González Kichi, de Por Cádiz Sí Se Puede.
Cuando el equipo de Gobierno en conjunto, formado por Ganar Cádiz en Común (IU y Equo) y Por Cádiz Sí Se Puede (Podemos), presentó en el pleno de agosto la propuesta de adhesión al Pacto Social por el Agua, el PSOE ya apuntó la casualidad: la persona que había tomado parte en las negociaciones para llegar al pacto de Gobierno entre PSOE y Por Cádiz Sí Se Puede, era la misma persona que ocupa la gerencia de Aeopas: Luis Babiano. La misma asociación que luego se incluiría en el Pacto Social por el Agua, y a la que Aguas de Cádiz debía asociarse si firmaba el Pacto.
El socialista González hizo notar esa coincidencia, y apuntó la posible “creación de un entramado institucional y político entre amigos, compañeros y afines a su organización política”.
El gerente de Aeopas, Luis Babiano, ha reconocido a Información que efectivamente participó en las negociaciones, “pero solo en la primera”. Sobre sus relaciones con Podemos, y a pesar de remarcar que su cargo es meramente profesional porque “llevo 25 años dedicándome profesionalmente al sector del agua”, afirma que no milita en Podemos, ni a nivel local ni a nivel nacional: “participé en las negociaciones porque soy amigo de Kichi. Participé porque él me lo pidió, para intentar mediar y encontrar puntos de acuerdo entre los dos grupos. Pero me equivoqué al implicarme. Ser gerente de Aeopas no es ningún cargo político”.
Babiano, antropólogo de formación, recibió en 1997 el premio Real Maestranza de Sevilla al mejor expediente académico en Geografía e Historia.
Y como antropólogo analiza el fenómeno de la privatización del agua: “España es un país muy débil en términos de institucionalización. Venimos de unas viejas intituciones predemocráticas que, al margen de la política, eran también muy débiles en su composición. Apenas daban servicios de calidad. Me refiero a gestión no en cuento a infraestructuras. Faltaba dotación profesional, administrativa y económica. Esto hace que en España sea más fácil la llegada de las empresas privadas en la gestión de recursos básicos, como lo es el agua. A priori es una necesidad, porque como la gran asignatura pendiente de la democracia ha sido la financiación de los entes locales, y como los entes locales son los que legalmente tiene que administrar el servicio de agua y saneamiento, hace que ese fenómeno de escasez de recursos y el hecho de que el agua es un potencial negocio, hace que sea privatizado”. Además, explica que la privatización de la gestión del agua “abre el campo a la especulación de las empresas privadas con un recurso básico como es el agua”.
Su trayectoria profesional vinculada al agua lo llevó a ser asesor del Ministerio de Medio Ambiente entre 2005 y 2010, coincidiendo con las legislaturas de Zapatero; cargo que abandonó al conseguir la gerencia de Aeopas en 2010, que está “dando pasos por el cambio. La sociedad se está organizando por el reconocimiento del agua como un derecho humano”. Con Aeopas ha conseguido entrar en los ayuntamientos de Sevilla, Jerez, Barbate y Sanlúcar, gracias a Izquierda Unida y las distintas formaciones locales de Podemos y otras plataformas, pero reconoce que “hablan con todos los actores políticos y aquel que quiera canalizar la voluntad ciudadana llevará el Pacto Social por el Agua”.
Ha anticipado que el movimiento por el agua pública va a remitir una serie de propuestas a los distintos partidos que concurran a las elecciones generales “para que las tengan en cuenta en sus programas electorales”.
El Pacto Social por el Agua pasa por contactos políticos. Todo ello mediante un discurso que pivota sobre el agua como un derecho humano, el afán especulador de las empresas privadas con respecto al agua y el suministro asegurado a las familias con dificultades económicas. Pero, claro, todo ello a cambio de una “colaboración económica con Aeopas” que está sembrando reticencias y que deben abonar los ayuntamientos.
De Falange a asesor de Podemos
En 1990, Luis Babiano Amelibia fue tercer suplente por la provincia de Almería de Falange Española a las elecciones autonómicas de ese año. Su nombre y sus dos apellidos aparecen en el BOJA número 43 del 28 de mayo de 1990. Preguntado por este punto, Babiano niega en un primer momento que se trate de él, aunque días más tarde se desdice y reconoce su pasada afiliación a Falange, aunque asegura que duró poco tiempo y se debió a “locuras de juventud”.