Se cumple un año de las últimas elecciones municipales. El equipo de Gobierno del PP ya no dispone de mayoría absoluta. Pero nuestro socio de investidura, Ciudadanos, ha tenido sentido de responsabilidad al votar sí a las ordenanzas fiscales (Málaga fue la primera gran ciudad que las aprobó) y a los presupuestos de este año. La ciudad funciona en su día a día, la administración más cercana demuestra ser útil y eficaz. Ojalá tuviésemos los recursos necesarios para llegar aún más lejos y las competencias que la autonomía retiene pese a ser típicamente locales.

La gestión municipal continúa sin levantar el pie del acelerador. Desde el principio del mandato hemos adquirido pisos para familias con necesidades urgentes, licitado y entregado viviendas protegidas, lanzado planes de emergencia social para cubrir necesidades básicas y procurar la inserción laboral, promovido obras en los distritos para mejorar sus equipamientos públicos. Hemos inaugurado el parque de Soliva, impulsado nuevas inversiones para el de San Rafael y la primera fase de rehabilitación del Convento de San Andrés, y superado el millón de viajeros alojados al año en los hoteles de Málaga. Y nos hemos fortalecido en turismo cultural con las aperturas, en 2015, del Centre Pompidou Málaga y la Colección del Museo Ruso.

Somos la primera gran ciudad española con SARE gratis para los vehículos eléctricos, hemos extendido el pago del bus con el móvil, seguimos rehabilitando Palma-Palmilla, hemos comenzado la renovación del entorno de Atarazanas, nos hemos convertido en la primera ciudad europea que facilita la recarga de móviles en cabinas públicas, hemos conseguido nuevos espacios para ‘startups’ en Tabacalera, como La Farola y la próxima apertura del Primer Polo Nacional de Contenidos Digitales, hemos abierto en el centro histórico una incubadora especializada en videojuegos y hasta promovido campañas de ‘crowdfunding’ para emprendedores de la innovación.

Ha comenzado 2016 con noticias muy alentadoras para Málaga: única española entre las diez ciudades europeas con mayor calidad de vida según el Eurobarómetro, una de las 52 ciudades del mundo recomendadas por ‘The New York Times’, octava ciudad europea en atracción de inversiones a juicio de ‘Financial Times’… Todo ello mientras la estadística nos coloca como tercera capital de provincia en crecimiento de población y se nos aplaude por estar entre quienes mejor pagan a sus proveedores, por facilitar el acceso a la vivienda o aplazar el pago de tributos a familias insolventes.