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Un homenaje al esfuerzo

Reconocimiento para la entrenadora Laura Masot y sus pupilas María García, Ana Isabel Ruiz, Irene Ortiz, Alba Marín y Mirella Romero

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La entrenadora del Club Gimnasia Rítmica Málaga, Laura Masot, y sus pupilas María García, Ana Isabel Ruiz, Irene Ortiz, Alba Marín y Mirella Romero recibieron en la delegación en Málaga del Gobierno andaluz un reconocimiento por el oro que lograron en Moguer, Huelva, en el campeonato de Andalucía.

El delegado del Gobierno andaluz, José Luis Ruiz Espejo, y la coordinadora provincial del Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ), Silvia Cabrera, las felicitaron por su esfuerzo por este nuevo título.

Femenino y minoritario

Laura Masot es la “guía” de estas cinco jóvenes de las que se siente muy “orgullosa” y “agradecida”. “Ellas han estado conmigo, entrenado desde pequeñas. Llevan muchos años, y eso requiere una dedicación y un compromiso a pesar de los dolores, de los problemas y de los exámenes”, comentó la entrenadora.

Un deporte minoritario, poco conocido y divulgado, del que explicó sus características Ana Isabel Ruiz, que con 20 años es componente del equipo juvenil base del Club Gimnasia Rítmica Málaga. “La rítmica se divide en dos categorías, individual o conjuntos, de cinco o seis niñas. Y los aparatos son mazas, cinta, pelota, aro y cuerdas”, describió la joven, quien añadió que “en categorías inferiores es manos libres, para la iniciación de las niñas y que aprendan a desenvolverse con el cuerpo. La técnica se divide en equilibrio, saltos y giros”.

Una disciplina deportiva dura que requiere de mucho tiempo y esfuerzo para ellas. Irene Ortiz, otra de las gimnastas, describió que su día a día se basa en compaginar la universidad, los entrenos y su trabajo como entrenadora.

Alba Marín contó como la gimnasia rítmica, a la que entró por casualidad, le ha dado “madurez y disciplina”. “Es sacrificio pero te compensa”, concretó María García.

Estas jóvenes representan los valores del deporte y la lucha diaria para alcanzar su sueño y aspiran desde pequeñas a llegar tan alto como la ucraniana Ganna Rizatdinova o las españolas Natalia García y Carolina Rodríguez.

Las madres de las gimnastas piden un lugar para poder entrenar

Los éxitos obtenidos por estas cinco gimnastas malagueñas no solo vienen respaldados por su esfuerzo deportivo, sino también por el respaldo económico de sus progenitores.

Así, las madres asistentes al acto expresaron al delegado del Gobierno andaluz, José Luis Ruiz Espejo, su malestar por la falta de apoyo institucional que tiene este deporte. “Pedimos a los organismos públicos que nos proporcionen un local donde puedan entrenar que sea específico para la gimnasia rítmica”, informó Margarita Ávila, madre de la gimnasta Ana Isabel Ruiz, quién añadió que “el único local que hay está en Marbella, y para las gimnastas de Málaga no existe un sitio. Tienen que estar de alquiler, ajustarse a un espacio y un horario en un lugar donde montan y quitan el tapiz”.

En cuanto a los viajes para competir, las gimnastas y, sobre todo, sus progenitores tienen que hacer frente a muchos gastos y dificultades sin recibir ningún tipo de ayuda, “ni para los 14 euros de la puntera”, dijo.

“La federación no paga nada, y las gimnastas fuera de Andalucía tienen autobuses, locales, les ayudan a pagar los hoteles... todavía no nos han ofrecido ni cinco euros para que se coman el bocadillo”, explicó Margarita Ávila que hizo hincapié en que “espero que esto cambia para las generaciones que llegan”.

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