“Si todo va bien me iré la semana que viene, pero tampoco hay que confiarse”, aseguraba este martes en un vídeo en sus redes sociales Pablo Ráez, el joven deportista marbellí que lucha por segunda vez contra la leucemia. Aún sin fuerzas para escribir cómo se encuentra él mismo, tal y como ha hecho desde que ingresó en el hospital, su salud mejora, “ha sido la primera noche sin fiebre”. A la espera de un análisis que confirme si el catéter ha causado su empeoramiento, el joven habla del tratamiento que recibirá “para mantener la enfermedad a raya mientras llega un donante compatible”.
“Seguimos en la lucha para conseguir el reto de un millón de donantes”, recuerda Pablo, cuya historia se ha viralizado provocando un aluvión de solidaridad y multiplicando las donaciones. Diagnosticado a los 18, se curó gracias a la médula de su padre, pero la enfermedad reapareció tan solo diez meses después. Ahora sigue esperando el milagro pero insiste en que “no donas por Pablo, donas por un mundo más solidario”.