oy se cumplen tres años de la mayor tragedia migratoria que ha vivido Ceuta: la muerte de quince inmigrantes subsaharianos cuando intentaban alcanzar el territorio nacional desde Marruecos, un caso que todavía sigue judicializado.
El 6 de febrero de 2014 un grupo de más de 250 inmigrantes subsaharianos se lanzaba corriendo hacia la playa del Tarajal de Ceuta en una técnica que se había convertido en algo habitual: las avalanchas masivas en grupo.
A diferencia de otras veces, esta avalancha de inmigrantes tuvo consecuencias trágicas con el fallecimiento por ahogamiento de 15 personas. Cinco cadáveres llegaron en los días posteriores a dos playas de la ciudad.
Tres años después, el caso, con dieciséis guardias civiles acusados, todavía permanece judicializado, tras la decisión de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta, que acordó el pasado mes reabrir una causa que había sido archivada por el Juzgado de Instrucción número 5 de Ceuta.
La resolución de la Audiencia revoca ahora el archivo de las actuaciones por el cual se dictó el sobreseimiento provisional sobre la causa abierta por los delitos de homicidio y lesiones imprudentes y el sobreseimiento libre del delito de prevaricación, en este último caso por las llamadas "devoluciones en caliente" que tuvieron lugar ese día.
La continuación del caso deberá determinar la implicación de los guardias civiles en el fallecimiento de los inmigrantes, a los que el pasado sábado se recordó con una marcha solidaria en la que participaron medio millar de personas, la mayoría de ellas desplazadas desde la península.
La abogada de la Coordinadora de Barrios, Patricia Fernández, ha recordado que interpuso un recurso de apelación junto a otras dos organizaciones contra el auto dictado por la juez María del Carmen Serván, que, en octubre de 2015 levantó la imputación sobre 16 guardias civiles a los que exculpó de los delitos de homicidio y lesiones imprudentes.
"Si los supervivientes no se hubieran empeñado en contarlo pensaríamos que fue una tragedia inevitable y los mató el mar. Hoy sabemos que son víctimas de las políticas migratorias. Pedimos responsabilidad individual, pero también a los encargados de gestionar la migración, que es una realidad humana. Eso es lo que reconoce el auto de la Audiencia Provincial", ha dicho en una charla Patricia Fernández.
Sólo uno de los cinco cadáveres rescatados en aguas de Ceuta pudo ser identificado. Las lápidas de los otro cuatro inmigrantes enterrados en la ciudad autónomas no tienen nombres, aunque las familias quieren hacerles la prueba de ADN, algo que no han conseguido porque los visados fueron denegados, según han informado a Efe fuentes de varias organizaciones no gubernamentales.
El caso es que, tres años después, el 6 de febrero de 2014 sigue estando en la memoria colectiva de los ceutíes como la cara más dura de la inmigración