La situación de todos los barrios portuenses, si se toma el pulso al asociacionismo vecinal, es igual o peor que hace unos meses. Y esa es la sensación que tiene la junta directiva de la asociación de vecinos de San Jaime, con su presidente, Andrés Márquez, al frente.
El Ayuntamiento, a pesar de conocer de primera mano los problemas de este barrio, lejos de poner fin a algunas de las quejas vecinales, ha aumentado las mismas. En los dos años de gobierno socialista y de Izquierda Unida no se ha realizado ninguna mejora en el radio de acción de este barrio y por ende la situación es peor.
Y es que, en la zona cercana a la glorieta de la Jefatura de la Policía Local, en la que es necesaria la sustitución de la torta de cemento debido a que se encuentra totalmente levantada por las raíces de los árboles y supone un peligro para los viandantes, los operarios municipales retiraron el hormigón pero en cambio no han hecho actuación alguna, suponiendo una denuncia de los vecinos, puesto que consideran que es un peligro para los vecinos. La zona se encuentra cercada con vallas, pero no se ha solucionado el problema, por lo que continúan pidiendo una solución.
Por otro lado, siguen reivindicando la poda de los árboles de la zona, sumando más de 30 especies que necesitan una actuación, pero en cambio desde primeros de año que volvieron a reiterar esta necesidad al concejal de Medio Ambiente, Antonio Chacón, no se ha hecho nada.
Además, sigue en pie la reivindicación de la plantación de árboles en uno de los laterales del pabellón, por Crucero Baleares, donde los parterres de casi todos los árboles están vacíos debido a que se fueron estropeando los que existían.
Además, no es el único punto de la barriada que cuenta con parterres vacíos.
Por otro lado, hace unas semanas, el fuerte viento provocó que una rama de uno de los árboles cercanos al pabellón deportivo colisionara con una farola, rompiendo la lámpara. El presidente vecinal asegura que tuvieron suerte porque no cogió a ningún ciudadano pasando por debajo en ese momento, ya que podría haber ocurrido algún accidente.
En relación a los árboles, los parterres tampoco están en las mejores condiciones de cuidado y algunos tienen losas totalmente estropeadas.
En imágenes
Andrés Márquez muestra, en imágenes que acumula en su teléfono móvil, las distintas calles de la barriada que cuentan con losas levantadas, siendo la cantidad bastante alta.
Ni siquiera estos pequeños arreglos, asegura el presidente vecinal, se han ido solucionando, por tanto, hay muchos puntos en el barrio que suponen un constante peligro para los vecinos, por lo que constituyen un peligro porque “cualquier ciudadano se puede tropezar y caer”, lo que puede suponer una denuncia patrimonial para el Consistorio. De hecho, la asociación de vecinos aconseja a los vecinos a que, si sufren algún incidente, pongan una reclamación, para ver si así se les ofrece una solución a los distintos problemas señalados.
Por otro lado, los pasos de peatones no han corrido mejor suerte, porque la mayor parte de ellos son prácticamente “invisibles”, sin que el área de Mantenimiento Urbano, dirigida por Carmen Ojeda, haya hecho por pintarlos. Otra cuestión que es peligrosa por la salud de los viandantes, ya que “algunos ni se ven”. También han sido varias las ocasiones en que la asociación de vecinos ha reclamado que se ponga fin a esta situación, sin éxito alguno.
En general, “el barrio está abandonado por completo”, siendo la mayor parte de las actuaciones pendientes problemas que están relacionados con las áreas de Mantenimiento Urbano y Medio Ambiente.
Otra cuestión son las señales horizontales que necesitan pintura y que también han sido pasadas por alto por el Ayuntamiento. En general, Márquez indica que, en cuestión de división de aparcamientos, las líneas divisorias apenas se ven.
La Casa de la Cultura no ha mejorado. A pesar de que el Plan Invierte supuso un proyecto para mejorar la entrada del edificio, no se ha hecho ninguna otra mejora, lo que supone que este edificio siga sin actividad, y continúe cerrado al público y deteriorándose, como ocurre desde hace demasiados años, según recuerdan los propios vecinos de la zona. Por ello, también exigen al Ayuntamiento que proyecten una solución a estas instalaciones, que por otro lado son tan necesarias para los estudiantes y los jóvenes.
