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La dureza del terreno ralentiza la perforación del túnel

A primera hora de la tarde de este lunes se alcanzaron los 53 metros, a siete de la profundidad máxima que se tiene previsto escarbar

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  • Tareas de perforación. -

La extrema dureza del terreno encontrado por la perforadora ha ralentizado los trabajos de apertura del túnel vertical desde el que se excavará la galería horizontal con la que se espera llegar a Julen, el niño de 2 años caído a un pozo en Totalán (Málaga) el pasado 13 de enero.

La perforación había alcanzado este mediodía los 53 metros, a siete del objetivo, después de haber sometido a la máquina a unos trabajos de mantenimiento y de haberse desarrollado la labor "en unas condiciones de trabajo extremas y con unos materiales de una dureza enorme", según el coordinador del equipo, Ángel García, delegado del Colegio de Ingenieros de Caminos de Málaga.

"Estamos a una cota tan profunda y en unas condiciones tan difíciles de trabajo, que ésta y cualquier máquina de estas características que hay en el mercado, que no son tan habituales, tendrían las mismas condiciones después de tantas horas trabajando y sobre todo con los materiales que nos estamos encontrando", ha añadido García.

Por su parte, la brigada minera desplazada desde Asturias que excavará la galería horizontal ha evaluado "los riesgos y tiene todas las soluciones previstas", ha explicado Juan López-Escobar, delegado del Colegio de Ingenieros de Minas del Sur.

Los mineros, que están esperando intervenir en las próximas horas, "siguen con la ilusión de poder sacar con vida a Julen, y esa esperanza les mueve, aunque no es sencillo", ha añadido a los periodistas López-Escobar, que se ha reunido con el director técnico de dicha brigada.

Una jaula construida para este trabajo bajará a los mineros y al material por el túnel vertical, y toda la perforación contará "con instalaciones de aireación para tener una atmósfera limpia donde trabajar", ha señalado el delegado del Colegio de Ingenieros de Minas.

Después habrá "cuando menos dos hombres a esa profundidad, con el riesgo añadido del polvo y las complicaciones para respirar y de no conocer el estrato en el que van a estar, pero están dispuestos a todo y con la seguridad de que lo tienen todo previsto", ha añadido.

Ha advertido de que "hablar de tiempos es totalmente imprudente, y más cuando (la galería horizontal) tienen que hacerla a mano, y prevaleciendo siempre la salud del niño".

También ha explicado que la galería que excavarán tendrá unas dimensiones de un metro de ancho por 1,20 metros de alto y no será exactamente horizontal, sino "un poco ascendente para facilitar la caída de material". 

El principal reto de la brigada minera será la dureza del terreno, lo que podría retrasar el rescate y obligarles a usar algún explosivo, que les permitiría remover el terreno mediante microvoladuras, ha señalado a Efe el que fuera jefe de esta brigada entre 2005 y 2009, Santiago Suárez García.

"Esperemos que el terreno no tenga una dureza excesiva", ha señalado Suárez García, que confía en que tampoco sea desmaisado blando o inestable, porque eso les obligaría a entibar cada poco y retrasaría el rescate.

En una mina, la brigada avanzaría unos cinco metros, la distancia que separa ambos pozos, en unas siete horas, "pero esto no es carbón", ha reconocido el exbrigadista, que no se arriesga a predecir cuánto pueden tardar en conectar ambos extremos.

El equipo de psicólogos que acompaña a la familia de Julen intenta por su parte controlar y regular las emociones de los parientes ante la incertidumbre por el rescate del pequeño y en unas circunstancias que son excepcionales.

Francisca Ruiz, vicedecana del Colegio de Psicólogos de Andalucía Oriental, ha explicado a Efe que, desde que el pasado día 13 fueron activados por el servicio de emergencias 112 Andalucía, dos especialistas están permanentemente con los padres del niño y sus familiares y se van rotando entre los diferentes compañeros.

Ruiz ha afirmado que su trabajo consiste en canalizar las emociones que van surgiendo, "de la manera más adecuada", para que no se distorsione aún más la situación.

De esta forma, pretenden prevenir posibles trastornos posteriores, como el estrés postraumático o crisis crónicas de ansiedad.

La vicedecana ha señalado que se están encontrando con "muchos picos" de emociones, a raíz de las noticias que llegan por parte de los técnicos con respecto al rescate, y su labor es "regular esos picos y que puedan estar lo más serenos posible para manejar la situación". 

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