Personal de investigación de la División de Neurociencias de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla y del Instituto de Biomedicina de Sevilla han demostrado que el aumento en la hipersecreción de la hormona de crecimiento (GH) y el factor de crecimiento insulínico tipo I (IGF-I) en ratas adultas mejora las funciones neurocognitivas, la memoria a largo plazo, la eficacia sináptica y la maduración de nuevas neuronas durante la neurogénesis en el adulto.
Este estudio, dirigido por la investigadora de la UPO Rocío Leal Campanario y por el investigador del Instituto de Biomedicina de Sevilla Alfonso Leal Cerro, ha sido publicado en la revista científica ‘Acta Physiologica’.
Además de sus conocidas funciones metabólicas y endocrinas, la hormona de crecimiento (GH) y el factor de crecimiento insulínico tipo I (IGF-I) parecen tener cierto papel en funciones cerebrales cognitivas e incluso en la formación de nuevas neuronas (neurogénesis). “Es bien conocido que el exceso de GH/IGF-I produce una patología endocrina rara denominada acromegalia, la cual cursa con déficits en las funciones cognitivas, así como con ciertas morbilidades endocrinas, somáticas y metabólicas irreversibles. Por su parte, el déficit de GH/IGF-I cursa con otras patologías endocrinas como el enanismo hipofisario. Sin embargo, hasta ahora se sabía muy poco acerca de los límites a partir de los cuales un exceso o defecto de esta hormona produce una de las mencionadas patologías”, explica la investigadora Rocío Leal.
En el estudio se demuestra que la implantación en ratas adultas de células productoras de GH/IGF-I produce una hipersecreción controlada de GH y elevados niveles de IGF-I, lo que permite el estudio experimental de sus efectos a corto plazo sobre las funciones cerebrales. Con modelo, los investigadores han demostrado que las ratas con hipersecreción de GH/IGF-I aprenden más rápido y de manera más eficiente, así como recuerdan la tarea mucho más tiempo que las ratas control. También se ha visto que el incremento en los niveles de GH/IGF-I favorece y acelera el proceso de maduración de las neuronas nuevas y que estas presentan una mayor arborización de sus ramificaciones dendríticas.
Según los investigadores de este estudio, los resultados permiten sugerir un posible uso terapéutico de la GH/IGF-I para paliar efectos del envejecimiento, así como en otras patologías.