Las agresiones a facultativos siguen siendo un problema en los centros sanitarios de la provincia. En la que va de año se han contabilizado un total de 16 denuncias por agresiones verbales y físicas a sanitarios en Málaga.
“Se trata de una persona que normalmente no tiene normas en su vida cotidiana, que cuando llega a una institución nada más que piensa en él y por él, no tiene respeto a los demás ciudadanos y usuarios y ni siquiera los profesionales que les atienden”La última se produjo el pasado miércoles 8 de mayo cuando un paciente, que se encontraba en busca y captura, fue a solicitar un fármaco que no se puede recetar y, ante la negativa de la doctora, la insultó y golpeó la puerta de la consulta con un casco incesantemente entre insultos y amenazas a la doctora. Según ha informado el Sindicato Médico de Málaga (SMM), el hombre fue detenido por la Policía Local tras colarse en la consulta de Atención Primaria.
Ante este acontecimiento, el SMM convocó ayer una nueva concentración a las puertas del centro de salud de Campanillas para denunciar los hechos y mostrar su solidaridad con la profesional agredida y con el resto de facultativos que han pasado por una situación de este tipo.
Málaga cerró el 2018 situándose como la provincia andaluza con más agresiones, un montante de 309. “Por desgracia parece que aquí hay más maleducados que en otras provincias”, ha dicho el presidente del sindicato, añadiendo que “también puede ser por algo que venimos denunciado hace bastante tiempo, Málaga es de las provincias más castigadas por la falta de recursos sanitarios y tenemos, además, la circunstancia de que viene mucha gente de fuera y se junta el hambre con las ganas de comer”.
“Estamos últimamente así, con cuatro agresiones en un corto periodo de tiempo”, ha indicado Martín, considerando que “la conciencia de compañeros facultativos y facultativas de denunciar está creciendo, es uno de los retos que tiene este sindicato y que tiene la profesión es que hay que denunciar todo este tipo de agresiones”.
Asimismo, el presidente ha realizado un perfil del agresor, “se trata de una persona que normalmente no tiene normas en su vida cotidiana, que cuando llega a una institución nada más que piensa en él y por él, no tiene respeto ni a los demás ciudadanos y usuarios y ni siquiera los profesionales que les atienden”, ha detallado el presidente, añadiendo que “aparecen siempre con consultas no demorables, buscando consulta inmediata, ahora paso por aquí y quiero que me resuelvan el problema que creo yo que me tienen que resolver y de la manera que yo quiero que me lo resuelvan”, ha subrayado.
Quieren soluciones
Entre sus peticiones se encuentra que se denuncie cualquier tipo de agresión, “para que tengamos una verdadera conciencia del tema”, ha incidido Martín, además de exigir que “la administración, que ha estado paralizada durante muchos años en el tema de las medidas de seguridad, las incremente y las extienda a todos los centros”.
“Creemos que más del 90 por ciento no se denuncian, sobre todo las verbales, las amenazas, pero llevamos una quincena de agresiones, casi todas verbales, pero ha habido alguna física y lo que queremos es crear y fomentar que se haga un mapa de riesgo”, ha matizado Martín, agregando que instan a la creación de “un censo de las medidas que tiene cada centro para que, donde no hay medidas de vigilancia, botones antipánico u otras circunstancias, que la administración las provea”, ha dicho.
Asimismo, el presidente el SMM ha solicitado que “tanto la justicia como las fuerzas del orden público colaboren al máximo ayudando y disuadiendo a los agresores que no puedan campar a sus anchas”, ha dicho, criticando que, “con respecto a la administración, la carga ha caído hasta ahora sobre el agredido, pero la administración también lo es, porque se está distorsionando el funcionamiento de un centro donde hay usuarios y también a ellos se les crea un problema rompiendo la dinámica de trabajo”.
"Y si el sitio es conflictivo más de lo que debería, más medidas de seguridad, nosotros a cualquier organismo público que vamos tenemos que pasar un arco, nos cachean y hay vigilancia", ha manifestado, poniendo de ejemplo que en los "sitios más conflictivos, pues si se detectan, como por ejemplo las urgencias de los hospitales donde pasan cerca de 150.000 o 200.000 pacientes sin contar con las compañías al año, pues posiblemente haya que tomar más medidas", ha concluido Martín.