La Sección Quinta de la Audiencia de Málaga ha condenado a una aseguradora a indemnizar con 56.000 euros a una mujer que sufrió varias lesiones y fracturas tras quedar atrapada en la puerta automática de un centro de salud de la capital malagueña y caer al suelo.
En dicha sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, se revoca la decisión del Juzgado de Primera Instancia número 4 de desestimar la demanda y absolver a la empresa; y la Sala de apelación accede a las pretensiones de la perjudicada, representada por el letrado Manuel Temboury.
Los hechos sucedieron en octubre de 2004. Según la demanda, la mujer acudió al centro de salud y, al atravesar la puerta peatonal de cristal de doble hoja, automática y motorizada, situada en su entrada, ésta se cerró golpeándola y provocando que se cayera y sufriera un serie de lesiones.
El abogado de la perjudicada presentó la demanda únicamente contra la aseguradora, mientras que esta empresa entendía que no tenía responsabilidad al alegar que no había quedado acreditado el incorrecto funcionamiento de la referida puerta y que el daño físico sufrido en la caída era inherente a la edad de la mujer, de 80 años.
El juzgado rechazó dicha demanda, pero ahora la Sala estima el recurso de apelación y señala que, del análisis de la prueba, se extrae que "la puerta, no solo no detecta la presencia de una persona frente a ella, sino que, además, se cierra atrapando la mano de la persona que la cruza sin que se abra de forma inmediata".
Así, el Tribunal de apelación concluye en su resolución que existió "falta de previsión" sobre el estado de las instalaciones, "pues este no era lo correcto y adecuado que exigían las circunstancias, ya fuera por un defecto de diseño, de instalación o mantenimiento".
Esto, señala la sentencia, lleva a rechazar las alegaciones en torno a la culpa de la víctima y la circunstancia causante del siniestro, "pues si la citada puerta hubiera contando con las oportunas medidas de seguridad para su disponibilidad por el público, el siniestro no hubiera acontecido".
Como consecuencia del accidente, la mujer sufrió varias fracturas, como una del fémur izquierdo, que precisó de una intervención quirúrgica para la colocación de una prótesis total de cadera; lesiones de las que tardó en curar 120 días. Así, será indemnizada por estas lesiones, por los días de curación, por la situación de incapacidad permanente total para sus obligaciones habituales y las secuelas, llegando a la cantidad de 56.000 euros, más intereses.
