La simulación del entrenamiento en altura, basado en la hipoxia intermitente, aterriza por primera vez en Cantabria gracias a una clínica que ha incorporado un novedoso sistema enfocado tanto a deportistas o personas con problemas de estrés, cefaleas, asma o anemia.
Este método, que actualmente solo está disponible en una decena de clínicas y centros especializados de toda España, ofrece la posibilidad de trasladar a una habitación las condiciones de oxígeno que se pueden encontrar desde los 2.000 hasta más de 6.500 metros de altura.
Muchos estudios demuestran que el entrenamiento en altura reporta diversos beneficios y, de hecho, es común que equipos y deportistas profesionales realicen sus pretemporadas o se preparen para la competición en lugares con cierta altitud, donde el oxígeno es más puro.
Con ello, se persigue mejorar aspectos tan importantes para los deportistas como la resistencia, la velocidad, la fuerza o la concentración, gracias a un aumento del número de hematocritos, glóbulos rojos y capilares y el estímulo del número de mitocondrias y su efectividad.
Esto se traduce, entre otros efectos, en una mayor capacidad cardiaca y pulmonar, más volumen respiratorio, una mejora del metabolismo anaeróbico, la tolerancia a la fatiga y el rendimiento físico y una disminución en los tiempos de recuperación.
Uno de los directores técnicos de la empresa que ha diseñado este sistema, iAltitude, Alberto García Bataller, explica a EFE que una de las particularidades de este proyecto es que pone "al alcance" de deportistas populares o pacientes un sistema que hasta hace poco estaba limitado a deportistas de élite.
Para ello han desarrollado ese sistema con el que gracias a una mascarilla, un pulsioxímetro y un software, que esta empresa ha diseñado, se pueden recrear las condiciones necesarias para la preparación en altura en una habitación y, además, la posibilidad de realizar tres tipos de entrenamiento: en reposo, en movimiento y en cápsula.
Sin embargo, García Bataller, profesor de INEF, entrenador de varios deportistas olímpicos y experto en entrenamiento en altitud, matiza que en este tipo de entrenamiento es necesario "asimilar el proceso".
De hecho, el propio software personaliza el entrenamiento del usuario según sus condiciones y para obtener algún resultado es necesario completar un "protocolo", de al menos 15 sesiones, con reposos de un mínimo de 48-72 horas entre sesión.
Por otro lado, aunque se suele vincular el entrenamiento en altura con el deporte, la hipoxia intermitente también puede ser un tratamiento estimulante para compensar algunas patologías cada vez más frecuentes en el mundo occidental.
En este sentido, tanto Alberto García Bataller, como uno de los responsables de la clínica FisioKarma -que cuenta con este sistema-, Jesús Pérez, coinciden en destacar los beneficios de este aparato para paliar los efectos de, por ejemplo, el estrés, el sobrepeso, la anemia, afecciones respiratorias e, incluso, tratamientos de quimioterapia.
Jesús Pérez afirma que este aspecto, focalizado en la salud, fue uno de los principales motivos que le impulsaron a apostar por este método "innovador" que se implanta por primera vez en Cantabria.