El secretario general de la ONU, António Guterres, ha lamentado el incendio en el campamento de refugiados en Bangladesh, Cox's Bazar, que ha dejado a 12.000 personas sin refugio, y ha pedido que no se olviden a los refugiados rohingyas.
"Tengo el corazón roto por el incendio del domingo en el campo de refugiados de Cox's Bazar en Bangladesh, un lugar que conozco muy bien", ha afirmado en un comunicado publicado en su cuenta de Twitter, en el que también ha agradecido al equipo de la ONU y a los refugiados voluntarios que colaboran en el campamento.
El portavoz de la Secretaría General de la ONU, Stéphane Dujarric, ha detallado la visión de la ONU respecto al campo de refugiados Cox's Bazar durante una rueda de prensa este lunes: "Nosotros haremos lo que podamos, esto va a requerir respuesta adicional de la comunidad internacional, y mayor financiación".
"Es difícil imaginar por lo que han pasado, primero huyendo de su tierra natal, ahora viviendo durante más de tres años en un campamento y después ver que lo poco que tienen es destruido", ha añadido el portavoz. "Estas personas parece que han sido castigadas tres veces, y tengo que añadir que sin razón".
Unos 12.000 refugiados rohingyas se vieron afectados por un incendio que arrasó el domingo parte del campamento de Cox's Bazar, en Bangladesh, según la Organización Internacional para las Migraciones, que estimó que unas 2.000 tiendas quedaron destruidas.
En una primera estimación, la organización calcula que serán necesarios al menos 7,4 millones de dólares para recuperar las zonas y servicios afectados por el último incendio. Los campamentos de Cox's Bazar están considerados los mayores del mundo y acogen a un millón de personas, aproximadamente.