La sentencia, facilitada por el Tsjcv, recoge que, como consecuencia de la caída, la niña presentaba un golpe en la cabeza, pero sus progenitores no acudieron a ningún centro médico, ni solicitaron asistencia, “a sabiendas de su probable muerte”.
Además, señala que los procesados golpearon a la pequeña en fechas anteriores al suceso, “propinándole manotazos en la cara y la cabeza”, y no le proporcionaban “el alimento indispensable para su correcto desarrollo”.
La menor, Lucía W., murió en Torrevieja el 17 de marzo de 2008 como consecuencia de dos fracturas craneales