Este rechazo del Senado supone un nuevo revés para el Gobierno socialista, aunque no tiene efectos prácticos porque el texto volverá al Congreso donde será definitivamente aprobado.
El techo de gasto, que se salvó sólo con los votos del PSOE en Congreso, es el primer paso para elaborar los Presupuestos del año que viene, para los que el Gobierno tendrá que buscar nuevos apoyos en el Parlamento.