Por su parte, fuentes de la compañía indicaron a Europa Press que, a pesar de este anuncio, Repsol mantiene las conversaciones con las autoridades del país. "Seguimos negociando con ellos", aseguraron.
El Ejecutivo de Rafael Correa lleva meses negociando con las petroleras extranjeras nuevos acuerdos temporales con vigencia de un año mientras se pacta la migración hacia contratos de servicio, frente a los actuales de participación.
No obstante, "el Estado ecuatoriano ha decidido tomar la decisión de terminar la relación laboral con Repsol (...), y es una terminación anticipada", afirmó el ministro. "Lastimosamente, con Repsol no hemos podido llegar a un acuerdo" porque "ellos han cambiado constantemente de criterios, lo que no nos ha permitido llegar a una negociación", agregó.
Como parte del conflicto entre las empresas y las autoridades locales, las petroleras demandaron a Ecuador ante los tribunales internacionales de arbitraje, y el Ejecutivo del país se mostró dispuesto a reducir el impuesto a las ganancias extraordinarias del crudo desde el 99% hasta el 70%.
En las demandas de las compañías ante el tribunal de arbitraje del Banco Mundial participan, aparte de Repsol, la panameña City, la francesa Perenco y la estadounidense Burlington.
En una entrevista concedida en junio a una radio local, el propio Correa mostró su deseo de que en un mes se pudieran firmar los nuevos contratos para, transcurrido un año, poner en marcha la modalidad de prestación de servicios.
Repsol obtiene cerca del 1% de su producción en Repsol, donde destaca su concesión operativa en el Bloque 16, que produce cerca de 50.000 barriles diarios. En el área de refino y 'marketing', recientemente vendió al grupo chileno-peruano Primax su red de 123 estaciones de servicio en el país.