La organización pro Derechos Humanos Human Rights Watch (HRW) ha solicitado este domingo la investigación de un confuso ataque estadounidense con misiles en la provincia siria de Idlib que se saldó con la muerte de al menos siete civiles.
Se trata de dos hombres, dos mujeres y cinco niños muertos a primera hora de la mañana del 23 de septiembe en la localidad de Kafr Deryan. Los dos hombres podrían haber sido miembros del grupo islamista Frente Al Nusra, según información no verificada.
Lo que sí ha constatado HRW, a través de imágenes de vídeo, es que el ataque se produjo con misiles Tomahawk, habituales en los arsenales estadounidenses.
El Pentágono, por su parte, ha declarado que no tiene constancia de muertes civiles a causa del bombardeo, según "fuentes implicadas en la operación", en palabras del portavoz John Kirby.
Los residentes mantienen por otro lado que el ataque fue indiscriminado, ya que las fuerzas de Al Nusra no estaban concentradas en Kafr Deryan, sino a un kilómetro de distancia. El grupo, afirmaron, no contaba con presencia en la ciudad.
Por contra, fuentes rebeldes sirias sí confirmaron al 'Washington Post' que Al Nusra sí tenía una base allí y que el ataque se cobró la vida de 50 milicianos, sin dar más detalles.
Ante estas informaciones conflictivas, el director adjunto de la ONG para Oriente Próximo, Nadim Houry, ha solicitado al Gobierno estadounidense que "investigue estos presuntos ataques ilegales que se cobren la vida de civiles y hagan públicos sus resultados".
