El Gobierno libio ha pedido a la comunidad internacional que o respalde su lucha contra las milicias islamistas que controlan parte de Trípoli y han generado una crisis de seguridad y política en el país, o que diga "muy claro que los libios tienen que enfrentarse al terrorismo solos".

   El representante libio ante la Asamblea, el presidente del Parlamento, Aguila Salé Iisa, ha descrito la compleja situación de Trípoli, señalando el cambio drástico que ha sufrido el país desde la revolución de 2011, que defendía las reformas democráticas, a la entrada de grupos armados en la arena política.

   "Libia está en una situación completamente distinta. La mayoría de los activistas han abandonado", ha explicado Salé Iisa durante su intervención en la Asamblea General de la ONU, haciendo referencia a la intimidación, arrestos y asesinatos perpetrados por las milicias.

   El presidente del Parlamento también ha lamentado la destrucción de numerosos edificios gubernamentales e instalaciones públicas, además de resaltar que la mayor parte de la población de Trípoli ha tenido que abandonar la ciudad por la situación de seguridad.

   "Esto no habría sucedido si la comunidad internacional se hubiese tomado la situación de Libia en serio, hubiese ayudado al Gobierno a establecer un Ejército fuerte y presionado para el desarme de estos grupos, además de respaldar el armamento de la Policía", ha criticado.

SITUACIÓN "INACEPTABLE"

   El presidente del Parlamento ha calificado de "inaceptable" que no se preste atención a la situación del terrorismo en el país. "Nuestra población no puede tolerar por más tiempo los asesinatos, la humillación, intimidación, supresión de libertades y violaciones de los Derechos Humanos", ha afirmado.

   Por ello, Salé Iisa ha instado a los países presentes en la Asamblea General a tomar parte en el conflicto libio. "La comunidad internacional tiene o que estar con las autoridades legítimas", ha exhortado, "o decir claramente que los libios tienen que enfrentarse al terrorismo solos".

   En este sentido, ha advertido que si no se proporcionan armas y entrenamiento adecuados al Ejército libio, el empeoramiento de la situación del país "podría afectar negativamente a la estabilidad de la región y amenazar a la paz mundial".