El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reconoció que los servicios de inteligencia subestimaron el ascenso del Estado Islámico de Irak y Siria, en una entrevista con el programa 60 Minutes de CBS difundida hoy.
"Nuestro jefe de la comunidad de inteligencia, Jim Clapper, ha reconocido que, creo, subestimaron lo que había estado pasando en Siria", asegura Obama.
En mandatario consideró además que se subestimó la capacidad de las fuerzas de seguridad iraquíes para luchar contra un enemigo como el Estados Islámico.
Obama señaló que el grupo radical suní -que declaró un califato en junio en una franja de territorio de Irak y Siria- se mantuvo "bajo tierra" durante la última década mientras las tropas estadounidenses lucharon contra Al Qaeda en Irak pero la inestabilidad causada por la guerra civil en Siria les dio espacio para prosperar.
"En el último par de años, durante el caos de la guerra civil de Siria, donde ha habido enormes franjas del país completamente sin gobierno, fueron capaces de reconstituirse y aprovecharse de ese caos", indicó en la entrevista, que fue grabada el viernes.
El mandatario señaló que el EI se reagrupó y reclutó combatientes extranjeros desde Europa, pasando por Estados Unidos, Australia y otras partes del mundo musulmán, y Siria "se convirtió en el epicentro de los yihadistas de todo el mundo."
En este sentido señaló que se han ayudado de una campaña de medios de comunicación social "muy inteligente" y también cuentan con algunos militares que formaron parte del Ejército del derrocado Sadam Husein que aportan "capacidad militar tradicional" al grupo.
"Por eso tan importante para nosotros reconocer que parte de la solución va a ser militar", señaló Obama que apuntó a la necesidad de reducir su espacio de acción, su capacidad armamentística y de abastecimiento, y cortar su financiación.
No obstante, en la línea de lo expresado por su Gobierno señaló que para lograr una paz duradera todo esfuerzo debe venir acompañado de una solución política.
"Tenemos que llegar a soluciones políticas en Irak y Siria, en particular, pero en Oriente Medio en general", agregó el mandatario que consideró que se trata de un "reto generacional" y mostró su preocupación porque haya jóvenes "más preocupados por si son chiís o sunís, que por si están recibiendo una buena educación".
Estados Unidos inició en agosto una campaña de ataques aéreos contra objetivos del EI en Irak que recientemente ha extendido a Siria y se propone además entrenar a la oposición moderada siria para que combata al grupo yihadista sobre el terreno.
En cuanto a Siria, señaló que no se va a conseguir la estabilidad con el presidente Bachar al Asad en el Gobierno porque hay sunís en área del país que han sufrido "terribles atrocidades" bajo su régimen.
"Para que Siria permanezca unida, no es posible que Asad presida todo este proceso", dijo.
En cuanto a las prioridades de Estados Unidos, de cara a la ayuda que se va a dar a la oposición moderada siria, que lleva tres años intentando derrocar a Al Asad, señaló que lo primero es combatir al EI y al grupo Jorasan porque "pueden matar estadounidenses".
El mandatario destacó el papel de Estados Unidos como "nación imprescindible" en la coalición internacional formada para combatir al EI porque "cuando hay problemas en cualquier lugar del mundo, no llaman a Pekín, no llaman a Moscú, nos llaman a nosotros".
"Tenemos capacidades que nadie más tiene. Nuestras Fuerzas Armadas son las mejores de toda la historia del mundo", aunque insistió que los 1.600 militares enviados a Irak están allí para capacitar y entrenar a las fuerzas iraquíes y kurdas contra el EI, no para participar en el combate.