El ministro del Interior ucraniano, Arsén Avákov, respaldó hoy el derribo en las últimas horas de dos estatuas de Lenin, una de las cuales fue tirada por cientos de manifestantes en el corazón de Járkov, la ciudad más poblada del este rusoparlante de Ucrania.
"He dado orden a la policía para que garantice exclusivamente la seguridad de la gente, no del ídolo. Que caiga, mientras que la gente no sufra. Mientras que ese ídolo sanguinario no se lleve más víctimas en su marcha", escribió Avákov en su Facebook.
Poco antes, el gobernador de la región de Járkov designado por Kiev, Ígor Baluta, ordenó desmontar la estatua de Lenin derribada por la multitud la noche del domingo en la plaza Svoboda de la capital regional.
De esta forma, Baluta exculpó a los responsables del acto vandálico, contra los que ya se había abierto una causa penal, que ha quedado archivada.
La estatua, una de las más grandes entre las que quedaban en Ucrania tras la desintegración de la Unión Soviética, fue derribada tras casi cuatro horas de intentos por parte de un grupo de manifestantes que llegaron a la plaza tras participar en una marcha bajo el lema "Járkov no es Ucrania".
Antes otro grupo de personas derribó otra estatua del primer líder soviético en la ciudad de Dergachí, también en la región de Járkov, según informó el partido ultranacionalista "Svoboda".
Desde el inicio a finales del año pasado de las multitudinarias protestas en toda Ucrania contra el ya expresidente del país, Víktor Yanukóvich, han sido decenas las estatuas y bustos de Lenin derribadas.
La primera y más simbólica fue una gran estatua al fundador de la Unión Soviética derribada en diciembre en pleno centro de Kiev, muy cerca de la emblemática plaza de la Independencia (Maidán).