El enviado de Naciones Unidas al Yemen, Jamal Benomar, ha presentado su renuncia en un momento en el que el país vive una escalada del conflicto que enfrenta al movimiento chií de los hutíes y a la coalición árabe dirigida por Arabia Saudí, informó este miércoles la ONU.
En un comunicado, la ONU indicó que Benomar "ha expresado su interés en que se le adjudique otra responsabilidad" distinta a la actual, y anunció que se nombrará a un sucesor "en el momento apropiado".
"Hasta entonces y una vez eso ocurra, Naciones Unidas no escatimará esfuerzos para relanzar el proceso de paz que guíe de nuevo a una transición política", indicó el comunicado.
El conflicto se ha intensificado en los últimos meses en el Yemen, donde el movimiento chií de los hutíes prosigue su ofensiva mientras las fuerzas árabes bombardean posiciones de los rebeldes.
Los hutíes denunciaron el lunes que más de 2.500 civiles han muerto desde que el pasado 26 de marzo se inició la campaña de bombardeos que encabeza Arabia Saudí, ataques que han obligado a más de 120.000 personas a dejar sus hogares, según la ONU.
Riad y sus ocho aliados árabes han justificado su ofensiva en la defensa de la legitimidad del presidente yemení Abdo Rabu Mansur Hadi, en la supuesta amenaza que suponen los hutíes para Arabia Saudí y en el peligro de que Irán, la potencia musulmana chií, extienda su influencia en la región a través de estos rebeldes.
Al menos 17 civiles murieron este miércoles en el Yemen y otros 49 resultaron heridos en ataques aéreos de la coalición árabe contra zonas residenciales de la provincia de Saada, bastión hutí en la frontera noroeste con Arabia Saudí.