El primer ministro confió en que el barco pueda acceder a un puerto maltés en las próximas horas
El primer ministro de Malta, Joseph Muscat, afirmó hoy que permitirá al barco de la ONG alemana Lifeline acceder a sus puertos después de haber alcanzado un acuerdo para repartir a los refugiados que se encuentran a bordo entre ocho países de la Unión Europea (UE).
Muscat citó que los países que se han sumado a esta iniciativa son Irlanda, Italia, Luxemburgo, Portugal, Francia, Malta y Bélgica, y añadió que espera "una confirmación de otro Estado miembro que se unirá" y que es Holanda.
El primer ministro confió en que el barco pueda acceder a un puerto maltés en las próximas horas, lo que podrá fin así a la situación de espera que ha vivido la ONG, que ha permanecido seis días en el Mediterráneo con unos 230 inmigrantes a bordo.
Muscat avanzó que los refugiados "serán protegidos por los Estados miembros", mientras que "no serán acogidos aquellos que no cumplan los requisitos para la solicitud de asilo".
"Cada uno acogerá según su capacidad y no quiero dar números ahora, porque antes tenemos que ver las personas a bordo, su peligro y situación. Tenemos que estudiar a cada caso y luego el número de menores no acompañados", apuntó.
La embarcación de la ONG Lifeline ha permanecido en los últimos días en aguas internacionales frente a Malta, a la espera de que algún país europeo lo acogiera, tras las negativas de las autoridades italianas y maltesas a abrir sus puertos.
Muscat afirmó que este caso es único y rechazó que se compare con el que vivió hace una semana el barco Aquarius, de las ONG SOS Mediterranée y Médicos sin Fronteras, que se vio obligado a desplazarse hasta España con 630 recatados porque Italia y Malta no le permitieron desembarcar en sus puertos.
El caso del Aquarius, dijo, fue "una disputa entre dos Estados miembros" y ahora se ha solucionado gracias a "una negociación entre Estados de la Unión Europea (UE).
Insistió en que "Malta se ha comportado correctamente" pues "los hechos ocurrieron entre Libia y (la isla italiana de) Lampedusa" y que aún así La Valeta ha "intentado encontrar una solución antes de que la situación llegara a convertirse en una crisis humanitaria".
Anunció que una vez que el barco atraque en puerto, los rescatados y la tripulación serán identificados y se iniciará "una investigación sobre la Lifeline y sobre su registro irregular dado que el Gobierno holandés ha rechazado" que esta ONG tenga permiso para llevar la bandera de este país.
Criticó que la situación "ha sido causada por la decisión del capitán del barco, que actuó contra las reglas de derecho internacional" y desoyó a la Guardia Costera italiana que explicó que se iban a encargar los guardacostas libios.
Agradeció los esfuerzos de mediación que han llevado a cabo en los últimos días el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
Finalmente, se mostró sorprendido con la propuesta de crear centros de registro de inmigrantes al sur de las fronteras libias y dijo que habrá que analizar cómo se van a instalar.