La cámara aprobó en la misma sesión una enmienda no vinculante que rechaza un "brexit" sin acuerdo
Una mayoría de diputados del Parlamento británico instó hoy a la primera ministra, Theresa May, a mantener el pulso con la Unión Europea (UE) y exigir nuevas concesiones en el acuerdo del "brexit", a pesar de que Bruselas se ha negado de forma consistente a reabrir las negociaciones.
El Partido Conservador de May y sus socios del norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP) se aliaron para aprobar por 317 votos frente a 301 una enmienda que urge al Gobierno pactar una solución alternativa a la controvertida salvaguarda para evitar una frontera entre las dos Irlandas.
La cámara aprobó en la misma sesión una enmienda no vinculante que rechaza un "brexit" sin acuerdo, aunque al mismo tiempo rechazó una propuesta que sí tenía peso legal para obligar a May a retrasar la ruptura con la UE si no es capaz de ratificar un pacto en el Parlamento.
Con todo, los diputados tendrán previsiblemente una nueva oportunidad de presentar enmiendas y condicionar la hoja de ruta del Gobierno dentro de dos semanas.
La primera ministra tratará en ese tiempo de iniciar una nueva ronda de negociaciones para la que ella misma reconoce que hay "apetito limitado" en Bruselas.
El Consejo Europeo confirmó que será difícil que su plan tenga éxito minutos después de la votación en los Comunes, al reiterar que "la salvaguarda irlandesa es parte del acuerdo de salida y el acuerdo de salida no está abierto a la renegociación".
May confía, sin embargo, en que el mensaje que han enviado los diputados británicos servirá para dejar "claro" a Bruselas las condiciones que exige el Parlamento británico para ratificar un acuerdo de salida y alejar el fantasma de un "brexit" no negociado.
"Tenemos la oportunidad de demostrar a la Unión Europea qué es lo que se necesita para que el acuerdo pase el trámite en esta cámara y superar esta confusión", dijo la mandataria conservadora.
La primera ministra, que en las últimas semanas había rechazado la posibilidad de pedir a Bruselas modificar el acuerdo sellado a finales de noviembre, cambió hoy su estrategia y defendió la necesidad de buscar cambios "significativos y legalmente vinculantes" en el texto.
Anticipando las dificultades que tendrá para forzar la mano de Bruselas, May ha avanzado que regresará al Parlamento el próximo 13 de febrero para exponer los pasos que planea dar si para entonces no ha logrado las modificaciones que reclama.
Esa intervención irá acompañada de una nueva moción del Gobierno, similar a la que se debatió hoy, que permitirá a los diputados presentar enmiendas con planes alternativos, como retrasar la salida de la UE o convocar un segundo referéndum.
Si, por el contrario, Bruselas acepta modificar el pacto, May puede decidir someter el texto a votación por segunda vez en el Parlamento, que el pasado 15 de enero ya lo rechazó por una amplia mayoría de 230 votos.
Desde entonces, el sector euroescéptico de los conservadores ha insistido en que no respaldará ningún tratado que mantenga la salvaguarda para Irlanda del Norte.
Temen que ese mecanismo obligue al Reino Unido a seguir integrado en las estructuras comunitarias hasta que no se firme un nuevo acuerdo comercial que evite cualquier aduana entre la República de Irlanda y la región británica de Irlanda del Norte, un pacto que puede tardar años en fraguarse.
El líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, se mostró por su parte abierto a reunirse con May para dialogar sobre un posible acuerdo que pueda recibir el apoyo de su formación.
Corbyn había rechazado hasta ahora las invitaciones de la jefa de Gobierno al considerar que no se había descartado la opción de que el Reino Unido abandone la UE sin un pacto el próximo 29 de marzo.
El laborista considera que la enmienda propuesta por la conservadora Caroline Spelman aleja la posibilidad de una ruptura abrupta, aunque la cláusula no tiene peso para obligar al Gobierno a obedecerla.
Corbyn había pedido explícitamente el respaldo a otra enmienda, de la laborista Yvette Cooper, para obligar a May a pedir una extensión del plazo del "brexit", pero fue rechazada con el voto en contra de 14 diputados laboristas rebeldes.
Algunos diputados de la oposición, especialmente aquellos elegidos en circunscripciones favorables al "brexit", han expresado en los últimos días su preocupación por apoyar propuestas que sus electores interpreten como planes para bloquear la salida de la UE.