El presidente turco ofreció su apoyo a Pakistán en el litigio por este territorio
El Gobierno de la India pidió este sábado a Turquía que no intervenga en los asuntos internos del país asiático sobre la disputada región de Cachemira, después de que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ofreciera su apoyo a Pakistán en el litigio por este territorio.
"Hacemos un llamamiento a los líderes turcos para que no interfieran en los asuntos internos de la India y desarrollen una comprensión adecuada de los hechos, incluida la grave amenaza que representa el terrorismo que emana de Pakistán a la India y la región", dijo en una declaración escrita enviada a la prensa el portavoz de Exteriores indio, Raveesh Kumar.
En el llamamiento hecho en nombre del Gobierno de Nueva Delhi, Kumar rechazó "todas las referencias a Jammu y Cachemira, que es una parte integral e inalienable de la India".
Erdogan, que llegó el jueves a Islamabad para una visita de dos días, ofreció el viernes su apoyo en la disputa paquistaní por la Cachemira administrada por la India, y crítico a Nueva Delhi, sin nombrarlo, por su anexión de la región el año pasado y las severas medidas impuestas en la zona, como el corte de las comunicaciones.
El presidente de Turquía ha abogado en el pasado por un diálogo que ayude a Pakistán e India a resolver el litigio de siete décadas sobre Cachemira, asegurando que no se pueden permitir más muertes en esa zona reclamada por ambos países.
La India y Pakistán han mantenido un histórico contencioso por la región de Cachemira desde la partición del subcontinente tras la salida de los británicos en 1947.
Las fricciones entre las naciones, que han librado dos guerras por este territorio, aumentaron en agosto pasado cuando el Gobierno del primer ministro indio, Narendra Modi, en un movimiento inesperado y sin precedentes derogó el estatus especial que dotaba de un carácter semiautónomo a la parte de Cachemira en su poder.
Este estatus le permitía, entre otros asuntos, mantener su propia constitución, bandera, legislación y ciudadanía regional.
La abolición del estatus permitió a Nueva Delhi anexar el territorio al resto del país, bifurcar el estado en dos territorios de la unión -el de Ladakh y el de Jammu y Cachemira- que quedaron bajo el control directo del gobierno central.