El presidente de Estados Unidos retira a 3.900 reservistas que habían sido enviados a la capital del país para contener las protestas tras la muerte de Floyd
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este domingo que ha ordenado la retirada de los 3.900 reservistas de la Guardia Nacional que habían sido enviados a la capital del país para contener las protestas.
"Acabo de dar la orden a la Guardia Nacional para que empiece el proceso de retirada de Washington, D.C., ahora que todo está bajo perfecto control. Se irán a casa, pero pueden volver rápidamente si los necesitamos", dijo el mandatario en Twitter.
Unos 3.900 reservistas de la Guardia Nacional procedentes de 11 de los 50 estados de EE.UU. fueron enviados a la capital el pasado fin de semana, cuando las protestas pacíficas derivaron en disturbios, saqueos y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
El objetivo de esos reservistas era ayudar a la policía municipal de Washington, que se había visto sobrepasada.
Además, en el contingente de seguridad, han participado 1.200 reservistas de la Guardia Nacional de Washington D.C., quienes por el momento seguirán en activo.
La Guardia Nacional de EE.UU. nació en 1.636 como una milicia y, actualmente, es una fuerza constituida por voluntarios que está bajo el control de los gobernadores, que suelen activar ese cuerpo para restablecer el orden en situaciones graves como disturbios y cuando se producen desastres naturales.
En el caso de Washington D.C., que tiene menos autonomía que los estados, el presidente tiene capacidad de activar a reservistas de otros estados y enviarlos a la ciudad.
La presencia de esas tropas en las calles de la capital ha provocado tensión entre Trump y la alcaldesa, la afroamericana demócrata Muriel Bowser, quien este mismo domingo describió el operativo como una "invasión" durante una entrevista en la cadena Fox.
Bowser ya había pedido a Trump que retirara a los reservistas porque, en muchos casos, no llevaban placas que les identificaran.
Este sábado, miles de personas salieron a la calle en Washington en la protesta más multitudinaria desde el asesinato el 25 de mayo del afroamericano George Floyd, que fue asfixiado por un policía blanco.
La manifestación se desarrolló de manera pacífica: hubo bailes, cantos y expresiones artísticas, mientras que las fuerzas de seguridad estuvieron en pequeños grupos con una actitud relajada y sin cascos ni chalecos antibalas, según comprobó Efe.
En las últimas horas, Trump se ha burlado de las protestas y ha asegurado que hubo menos asistentes de los esperados.
Los organizadores querían llegar al millón de personas, el número que se alcanzó con la "Marcha de las Mujeres" en enero de 2017, justo después de la toma de posesión de Trump.
No hay cifras oficiales sobre los asistentes, pero The Washinton Post estima que hubo más de 10.00 personas.