Japón levantó este viernes las últimas restricciones de viaje entre prefecturas, que seguían vigentes en Tokio y sus alrededores, para reactivar el maltrecho turismo ahora que el Gobierno considera tener al coronavirus bajo control.
Japón levantó el estado de emergencia sanitaria a nivel nacional el 25 de mayo, pero se seguían desaconsejando los viajes no imprescindibles hacia y desde Tokio, y las colindantes prefecturas de Chiba, Kanagawa y Saitama, además de la isla de Hokkaido (norte), las zonas más afectadas por la pandemia de COVID-19 en el país.
La retirada de las restricciones en estas áreas allana el camino para la recuperación del turismo, que en un principio será local, dado que el archipiélago mantiene un estricto veto migratorio sobre 111 países que ya ha declarado que retirará progresivamente, aunque no se ha especificado concretamente desde cuándo.
Estas restricciones llevaron a una caída del 99,99 % en la llegada de turistas extranjeros al archipiélago en los dos últimos meses y ha colocado dicha cifra en mínimos históricos.
Además de recuperarse la libre movilidad a nivel nacional, Tokio levantó también hoy todas las restricciones sobre la actividad comercial, con la vista puesta en la recuperación económica.
Entre estas medidas se encontraba la petición de cierre para locales con actuaciones de música en directo, clubes nocturnos y establecimientos de entretenimiento similares donde los clientes y el personal están en contacto cercano en espacios cerrados.
Tokio entró así en la tercera y última fase de su plan de desescalada, que permite además a restaurantes y locales similares retomar su horario normal, que muchos redujeron cumpliendo con la petición al respecto hecha por las autoridades locales.
El levantamiento de las restricciones se produce pese a que el país está registrado un repunte de casos desde el levantamiento del estado de emergencia sanitaria, especialmente en Tokio.
Entre el lunes y el jueves Tokio, la región más afectada de Japón con cerca de un tercio de los más de 17.700 casos nacionales en su territorio, contabilizó más de 130 positivos en COVID-19.
La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, dijo a principios de esta semana que el reciente aumento de casos se debe a los esfuerzos para rastrear rutas de infección y aseguró que no indica un empeoramiento de las niveles de transmisión local.