Estados Unidos alcanzó este viernes la cifra de 4.106.225 casos confirmados de COVID-19 y la de 145.324 fallecidos, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
Este balance a las 20.00 hora local (00.00 GMT del sábado) es de 73.795 contagios más que el jueves y de 1.157 nuevas muertes.
Pese a que California ya ha superado al estado de Nueva York en número de contagios, este sigue como el más golpeado en cuanto a muertos en Estados Unidos con 32.596.
Tan solo en la ciudad de Nueva York han muerto 23.465 personas.
A Nueva York le siguen en número de fallecidos la vecina Nueva Jersey con 15.765, Massachusetts con 8.498 y California con 8.280.
Otros estados con un gran número de muertos son Illinois con 7.577, Pensilvania con 7.116, Michigan con 6.400, Florida con 5.653 o Texas, con 4.750.
En cuanto a contagios, California suma 436.313, le sigue Nueva York con 410.450, Florida es tercero, con 402.312, y Texas cuarto, con 378.846.
El balance provisional de fallecidos -145.324- ha superado ya con creces la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100.000 y 240.000 muertes a causa de la pandemia.
El presidente estadounidense, Donald Trump, rebajó esas estimaciones y se mostró confiado en que la cifra final estaría más bien entre los 50.000 y los 60.000 fallecidos, aunque luego auguró hasta 110.000 muertos, un número que también se ha superado.
Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que Estados Unidos llegará al mes de octubre con unos 200.000 muertos y que para las elecciones presidenciales del 3 de noviembre podría rozar los 220.000.