Con más de 8,7 millones de contagios y más de 226.000 fallecidos, EE.UU., el país del mundo más afectado por la pandemia, está experimentado cifras récord de infecciones diarias de covid-19, lo que aumenta la preocupación ante la proximidad de las festividades de Halloween y Acción de Gracias; mientras que el presidente, Donald Trump, clama el regreso a la normalidad.
"Los votantes me van a juzgar por un montón de cosas, y una de las que hemos hecho realmente un buen trabajo es con la covid. Tendríamos millones de gente muerta si no hubiésemos hecho lo que hicimos", dijo Trump, quien ha pasado de minusvalorar el virus a reconocer su gravedad, desde la Casa Blanca antes de partir para un acto de campaña en Michigan.
En los últimos días, el mandatario ha insistido, pese a que los números ha repuntado en las últimas semanas, en que la pandemia "está terminando".
"Los medios solo hablan de covid, covid, covid (...) Solo queremos vida normal, ¿verdad? Y está sucediendo, muy rápidamente", afirmó el lunes en un acto en Pensilvania.
Las palabras de Trump contrastan con la preocupante realidad en Estados Unidos, especialmente en zonas rurales que son las más afectadas ahora por el repunte de casos.
La pasada semana se registraron más de 70.000 nuevos contagios diarios y ahora los estados del Medio Oeste como Wisconsin, Illinois o Michigan, y en las montañas del oeste como Dakota del Norte, son algunos de los más afectados.
Precisamente la gobernadora del estado de Illinois, J.B. Pritzker, indicó que "parece haber una tormenta del covid en marcha" al justificar nuevas medidas de restricción de actividades.
EL VIRUS COMO ARMA POLÍTICA
La falta de coordinación en gestión y los contradictorios mensajes sobre el coronavirus en EE.UU. se han convertido en una arma política por la oposición demócrata cuando el país entra en la última semana de campaña electoral de cara a los comicios del 3 de noviembre.
El aspirante demócrata, el exvicepresidente Joe Biden, cargó este martes contra Trump por su manejo de la crisis sanitaria: "es el peor presidente posible para tratarnos de sacar de esta pandemia".
"O no tiene ni la menor idea sobre lo que hacer o no le importa", criticó Biden en un acto en Georgia.
Asimismo, el expresidente Barack Obama (2009-2017), quien está inmerso en la contienda electoral en apoyo de Biden, se burló de Trump y remarcó que ha convertido la Casa Blanca en un "foco" del coronavirus.
Obama se refería al contagio del propio mandatario, quien tuvo que ser temporalmente hospitalizado en octubre, y otros casos similares entre algunos de sus asesores cercanos y del vicepresidente, Mike Pence, cuyo jefe de gabinete dio positivo este fin de semana.
LOS EXPERTOS ADVIERTEN
Al contrario que su jefe, el mensaje de los expertos del grupo de trabajo de la Casa Blanca para la covid-19 está cargado de alarmas.
"Hay un gran conjunto de casos por debajo de los casos reportados, de gente joven sin síntomas que todavía están juntándose, o incluso de 40 o 50 años que he visto sin máscara y sin distanciarse, incluso estando en espacios cerrados", explicó la doctora Deborah L. Birx, coordinadora del grupo de trabajo en una visita a Dakota del Norte.
A ello se suma la preocupación por la llegada de la temporada vacacional en EE.UU. con Halloween este fin de semana y, sobre todo, el Día de Acción de Gracias, la gran festividad en el país que congrega a las familias en torno a la tradicional cena de pavo a finales de noviembre.
El Centro de Control de Enfermedades (CDC, en inglés) ha recomendado limitar el número de personas en las reuniones y tratar de concentrar los encuentros en espacios abiertos, algo que se hará difícil debido a la bajada de las temperaturas a medida que avanza el otoño.
Las últimas proyecciones del Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que para final de año Estados Unidos llegará a los 315.000 fallecidos y para el 1 de febrero a los 385.000.