Ante todo, conciencia

Parece que volvemos a la normalidad. Que asoma la luz al final del túnel. Un pasito más hacia delante. Apertura entre provincias andaluzas. Aunque para muchos inconscientes haya estado abierta en todo este tiempo. Esperemos que dentro de un mes no tengamos que dar dos hacia atrás. Y mientras la vacunación sigue su curso, aunque en algunos lados más rápido que en otros, en Madrid se pelean por unos escaños mientras personas siguen perdiendo su vida por este maldito bicho. Lo peor de todo no es esto, lo peor es el estado emocional en el que se encuentran los sanitarios tras un año sufriendo todo esto en primera persona. No quieren que venga otra ola, y precisamente no estoy hablando de todas las que tendremos en la playa este verano. Horas de trabajo, de sufrimiento, de agotamiento emocional, de soledad. Horas que parecen que van consumiéndose lentamente y quedando en el recuerdo. Y qué mal recuerdo. Ahora solo toca empatizar y tener un poco de conciencia. Ser responsables, porque también podemos disfrutar con responsabilidad. Que aunque nos hayamos perdido muchas experiencias, no tenemos que hacerlas todas ahora de golpe sin pensar en nada. Porque es mucho mejor habernos perdido algunos momentos que perder a todas esas personas que nos quieren.