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Plaza del Pósito

El viejo delantal

Hace un mes que no nos vemos, pasaron tantas cosas y este espacio es tan menguado, que no sé por dónde comenzar. Cíclicamente hay que beber en los orígenes...

Publicado: 05/05/2020 ·
11:40
· Actualizado: 05/05/2020 · 11:40
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Autor

Santiago Donaire

Santiago Donaire es un histórico militante socialista de la provincia de Jaén comprometido con su tierra

Plaza del Pósito

La actualidad política y social narrada en este espacio desde la experiencia de un librepensador

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Hace un mes que no nos vemos, pasaron tantas cosas y este espacio es tan menguado, que no sé por dónde comenzar. Cíclicamente hay que beber en los orígenes y por eso quería hablaros de los meses de abril en la niñez, agarrado al delantal de mi madre, en el horno de Enrique en el pueblo, o el de los Siles en Jaén. Un mundo de mujeres donde solo los niños podíamos acercarnos, un mundo femenino de confidencias, de risas y de sensaciones, algo maravilloso donde en Semana Santa se horneaban ochíos, tortas de manteca, magdalenas y hornazos. Ya en la casa, los rosquillos y la leche frita, las flores, los pestiños, las empanadillas de cabello de ángel. Las collejas, los espárragos, el potaje de garbanzos con bacalao o con buñuelos, el bacalao frito, o encebollado. ¡Nunca estuve más cerca de la fe, que en aquellas vigilias! 

Olor a harina tostada, manteca fresca, aceite de oliva trasegado desde la alcuza, horno de leña, canela, almendras molidas, ajonjolí, matalahúva, … un universo de olores y sensaciones, que nos acompañará siempre.

Desapareció el halo protector del mandil materno y con ello se coló un virus que nos jodió la vida. Vivimos un momento histórico, un antes y un después, con un gran abismo entre la gente y ciertos políticos. Alimentado desde medios de comunicación tóxicos y por las manipulables redes sociales. Que buscan generar una irrealidad  catastrofista. Una operación dirigida a romper la convivencia, a generar desafección. En un momento que precisamos unión, pues ellos a la bronca, serán cosas del patriotismo. Como contraste, los vecinos cumplen las normas del Gobierno, se mandan abrazos desde los balcones y muestran apoyo a la vecina del 3º que es enfermera y está en primera línea.

Pertrechados con sus corbatas y crespones negros, utilizan las víctimas, agotan los insultos, piden una cosa y la critican a la vez, reclaman al gobierno lo que ellos niegan, exigen lo que no dan. Sin propuestas, bueno lo de siempre: bajar impuestos y claro no dicen cómo pagar la sanidad, la educación, las pensiones, las fuerzas de seguridad… A no ser que pretendan convertir las banderas y las pulseras en moneda de curso legal.

El neoliberalismo se hunde, se acaba. Como ya lo hizo en su día el III Reich o el comunismo. Esta crisis no la vamos a pagar los de siempre, deberán hacerlo los que más tienen. El próximo modelo deberá poner a la persona en primer lugar, la economía social, la transición ecológica, el feminismo, lo colectivo, la ciudad, la movilidad sostenible, los servicios básicos deberán de ser blindados. Quizás no accedamos al último modelo de coche o no cambiaremos de blusa con tanta frecuencia. Pero seguro que encontraremos un lugar bajo la protección del viejo delantal, lejos del consumo irresponsable y la explotación, donde ser felices. Salud.

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