Usted hace un año dijo que prefería gobernar con el PP que con el PSOE. Ahora ha dicho que sus votos no servirán para que el PSOE gobierne. ¿Esto se puede mantener?
—Lo que le dije es que resultaría más fácil gobernar con el PP que con el PSOE , porque el PP se dedica a la vida contemplativa y te deja gobernar, pero no es cuestión de preferencia por proyectos. La clave está en tener proyectos en común y hay una cuestión más crucial y es la confianza y la credibilidad. En 2015 no queríamos llegar a un acuerdo con el PSOE, pero tuvimos que tomar una decisión muy complicada para que Andalucía saliera adelante. Lo hicimos a través de un acuerdo, un contrato firmado entre ambos, y le concedimos al PSOE el beneficio de la duda bajo el compromiso de impulsar dos grandes reformas, las de la reactivación económica y la de la regeneración democrática. La parte económica la han cumplido de forma satisfactoria, pero cuando hubo que llegar a un acuerdo para poner fin a la corrupción y el fraude en Andalucía y recuperar la confianza de los ciudadanos mediante la regeneración de las instituciones y la vida política, el PSOE se ha rajado, ha incumplido los acuerdos, ni siquiera ha habido un interés. Ahora cuando le decimos que los políticos y los ciudadanos seamos iguales ante la ley nos dicen que no. Y que los votos de todos los andaluces valgan lo mismo independientemente de donde se emita el voto. Después de 40 años de lo mismo, los ciudadanos quieren ese cambio, esa transparencia, y por eso cuando planteamos una reunión para ver estos temas nos dicen que no cumplen lo que han firmado. Pues entonces ahí se quedan ustedes.
Por concretar, en 2015 no mantuvieron su afirmación, pero ahora sí van a mantener su compromiso de no volver a respaldar un gobierno del PSOE si es necesario.
—Es que se va a mantener. Los votos de Ciudadanos no van a servir para que la señora Susana Díaz vuelva a ser presidenta de la Junta de Andalucía y que el PSOE gobierne, porque han roto la confianza.
Los empresarios les piden responsabilidad a la hora de formar gobierno porque se genera inestabilidad y lastra al sector económico, y que no vuelva a ocurrir lo de 2015. ¿Qué papel van a jugar?
—Eso no lo sabemos aún. Creo que lo que provoca inestabilidad no es que dos fuerzas puedan llegar o no a acuerdos, sino la corrupción. Eso es lo que provoca inestabilidad en Andalucía. No sentarse para aprobar una ley, unos presupuestos o poner en marcha una legislatura. Nosotros tenemos un objetivo claro: cambiar el gobierno de Andalucía, cambiar 40 años de lo mismo, de un PSOE que ha hecho de Andalucía lo que le ha hecho en gana, y de un PP que lleva 40 años de vida contemplativa, que no ha aprobado nunca acuerdos presupuestarios y que tiene una vitrina repleta de puestos de consolación, y se conforma con estar ahí. Nosotros aspiramos a ganar las elecciones, el cambio viene de la mano de Ciudadanos, y ése es nuestro objetivo. Pero la inestabilidad la crean los que han creado la corrupción, los chiringuitos, los dedazos en Andalucía, y las tarjetas para los clubes de alterne. Ellos son los que han generado la inestabilidad, y el invierno judicial que se le viene encima a la señora Díaz es lo que ha hecho que tenga que adelantar las elecciones.
Pero la decisión del enfriamiento de las relaciones con el PSOE y su compromiso de no votar al PSOE, ¿parte de su cabeza o es consensuado con Madrid?
—No parte de mi cabeza, parte del grupo parlamentario de Ciudadanos. Parte de Andalucía. Hace un año éramos 1.200 en Andalucía, entramos de forma humilde en el parlamento con 9 diputados, y hoy día somos más de 30.000 en toda Andalucía gracias al trabajo que hemos realizado en este tiempo. Además, los sondeos dicen que vamos a crecer de forma importante y las decisiones las hemos tomado aquí. Lo que sí es mi responsabilidad es trasladar al consejo nacional las decisiones que hemos tomado porque formamos parte de un proyecto nacional y decimos lo mismo en Andalucía que en el País Vasco, y eso ninguna otra fuerza política se atreve a decirlo.
Ha dicho que si es próximo presidente de la Junta piensa hacer una auditoría. ¿Si usted es presidente de la Junta el cambio sería moderado, o ese anuncio mismo de auditoría viene a caldear el ambiente?
—Vamos a poner en marcha una auditoría pasa saber cuánto, por qué y de qué forma se ha gastado en asuntos que los andaluces necesitan saber. Hay titulares sobre el coste de 5.000 millones de euros a costa de la corrupción. Los andaluces necesitan saber cuánto se ha gastado en corrupción, cuánto en chiringuitos, en hacer política de amiguetes, en clubes de alterne, pero no con la intención de hacer sangre. Hay que conocer lo que se ha hecho para rectificar. Vamos a auditar cuánto se ha gastado el PSOE en corrupción y ponerlo en conocimiento de quien hay que ponerlo. Hay que saber qué había debajo de las alfombras.
Ha dicho que el cambio viene de Ciudadanos, pero para que haya se necesitan 55 diputados, y ahora tienen 9. Tienen que crecer mucho
—La mayoría absoluta está en los 55 , pero para gobernar a lo mejor no hace falta llegar a esos 55. Lo digo por las tendencias y por lo que dice la calle. No hay sondeo que no recoja el crecimiento impresionante de Ciudadanos, así como refleja que tanto PSOE como PP tienen una tendencia a perder mucho espacio electoral y escaños. Esperemos que de aquí al 2 de diciembre podamos alcanzar ese reto.
Acaba de hablar de encuestas y me llama la atención que usted es el político con menor grado de conocimiento, al menos en alguna de ellas.
—Yo me remito a encuestas oficiosas, como la Egopa, que en enero decía que mi grado de conocimiento era del 67% y era el político mejor valorado por los andaluces. Los datos de las nuevas encuestas que salen dependen del número de entrevistas que se hagan, por eso hablo de tendencia. Hace 3 años la Egopa decía que me conocía el 3% de los andaluces, y si le hacemos caso ahora estamos casi en el 70% y casi con un aprobado en nota. Por eso estamos convencidos de que vamos a seguir creciendo. Ahora toca ver qué deciden los andaluces y que aritmética resulta.
Esa aritmética dice que podrían gobernar juntos con el PP, pero ya hay fuga de votos de Ciudadanos a Vox. ¿Cree que se podría pactar con ellos si hay necesidad de frenar el bloque de izquierdas?
—Ningún sondeo diga por ahora que le dé opción a partidos extraparlamentarios. El único escenario es la alianza de IU y Podemos, con porcentaje importante por su suma, y PP y Ciudadanos en situación de equilibrio, y el PSOE pierde espacio. En ese marco nos movemos.
Pero en el hipotético caso de que Vox logre representación, ¿hay línea roja?
—Es muy difícil, no de responder sí o no, sino que hay que saber qué proyecto político trae ese partido, porque insisto en una cosa, esto no va de siglas, ni de personas, sino de proyectos políticos. Tenemos claro que hay proyectos con los que no podemos llegar a acuerdos porque los posicionamientos son antagónicos, como ocurre con Podemos. Pero en ese caso que me dice no sabemos ni qué programa tiene, ni de qué hablan, ni cuál es su candidato.
Teniendo en cuenta que las elecciones son el 2D, las municipales en mayo y las generales en el alambre, ¿si hay necesidad de pactos en el parlamento, cree que se tardará mucho en formar gobierno porque pueda repercutir en pactos posteriores?
—Yo me he quedado solo en muchas fotos, caso de la financiación autonómica, y no se trata de quedarse solo, sino de sentarte para buscar apoyos para un gobierno. El escenario del 2 de diciembre va a ser el que los andaluces decidan, pero lo que hay que buscar es un proyecto común y buscar los apoyos necesarios.
Ciudadanos siempre ha pactado con la lista más votada, y ahora opta ya por entrar a gobernar, pero si lo hace con el PP puede que no sea la lista más votada...
—Nosotros nunca hemos apoyado la lista más votada, hemos permitido que la lista más votada tenga la oportunidad de conformar gobierno. Pero insisto, se trata de apoyar un proyecto a favor de Andalucía, no de listas más votadas. De eso va a depender.
¿Se arrepiente del pacto con el PSOE?
—Me siento muy orgulloso de lo hecho en estos tres años y medio, de todas las mejoras que hemos logrado conseguir para los andaluces, en materia sanitaria o con la eliminación del impuesto de sucesiones. No voy a arrepentirme de eso porque al final ha sido bueno para los andaluces, otra cosa es que el PSOE haya roto la confianza y no haya cumplido la parte de regeneración democrática y hayamos tenido que decir hasta aquí hemos llegado.
¿Qué siente al escuchar a Pedro Sánchez diciendo que el modelo de Andalucía es el que debe seguir España y por otro a Susana Díaz diciendo, como quien acaba de llegar, que por fin vamos a tener un plan de empleo?
—Los planes de empleo lo que hay que hacer es evaluarlos. El PSOE no quiere evaluar nada. No saben si esas políticas son eficaces o no. Y habrá que hablar con los que crean empleo para saber qué necesitan a la hora de formar a la gente para que accedan al mercado laboral. Si esos planes después no van acompañados de la inserción laboral, no sirve para nada. En cuanto a Pedro y Susana, ellos tienen un problema personal y no lo pueden disimular. A ella no le apetece tener que compartir nada con él, y eso es malo para Andalucía. Un presidente de un gobierno y de una comunidad autónoma, por temas personales, tengan diferencias, no favorece que llegue nada a Andalucía, y de ejemplo tenemos el tema de la financiación autonómica, que ha sido un portazo en las narices, ya que le ha dicho que no se puede hablar de ese tema. Entonces qué va a traer a Andalucía, ¿el ave? ¿Lo va a llevar a Almería?
Su mayor avance en materia fiscal ha sido la retirada del impuesto de sucesiones, pero si usted plantea que no haya más impuestos, ¿cómo va a conseguir que Andalucía tenga más dinero, cuando es evidente que se requieren más políticas sociales?
—Cuando llegamos al Parlamento en 2015, la Junta recaudaba 29.000 millones de euros. El último año ha recuadado 35.000. Son seis mil millones de euros más en tres años y no hemos recibido más financiación y hemos bajado los impuestos. ¿Por qué? Porque la bajada de impuestos supone más dinero en los bolsillos de los andaluces, y eso benefica al consumo, al gasto, y se recauda más por iva e IRPF. Al final provocamos que aumente la recaudación. Esa ha sido la fórmula, la cuadratura del círculo. Ingresar más bajando los impuestos. En 37 años nunca se habían bajado los impuestos en Andalucía. Y llega Ciudadanos y demostramos que bajándolos se recauda más y se crea más empleo, y hemos dejado en evidencia la ineficacia de la gestión del gobierno en Andalucía.
¿Hasta qué punto esta campaña va a tener tanto acento andaluz como pide Susana Díaz, porque se comenta que muchas de las decisiones de su partido vienen de arriba?
—Lo importante es que no nos juzguen por lo que decimos, sino por lo que hacemos. Se nos acusa de un solo proyecto a nivel nacional, y es que eso es lo que queremos, la igualdad de oportunidades para todos los españoles. Que con mi tarjeta sanitaria pueda ir a un hospital en La Coruña, que si mi hijo quiere estudiar en Cataluña no tenga que verse sometido a lo que quieren imponer los separatistas. Es verdad que se dice mucho lo del acento andaluz porque Inés Arrimadas y Albert Rivera van a estar mucho en la campaña de las andaluzas, pero es que estoy orgullosísimo, porque ella es jerezana y está peleando por la unidad de este país, o que Rivera, de familia malagueña, venga a Andalucía. Lo que a la señora Díaz no le gusta es que venga Pedro Sánchez a apoyarla en la campaña y por eso se nos acusa de este tema, pero se hablará en andaluz porque cuando empiece la campaña hablaremos de nuestras propuestas para generar empleo, para mejorar la sanidad, la educación, para no dejar nadie en la cuneta, y hacer reformas para que nuestros empresarios y emprendedores sean más competitivos.
¿Qué hacemos mal para que nos sigan viendo desde otros territorios con cierto desprecio, caso del comentario de Tejerina, como si estuviésemos subdesarrollados?
—Creo que los responsables políticos tenemos mucha culpa de esta visión, porque parece que el estar confrontando territorios dentro de España les permite a muchos sacar rédito político. La culpa la tenemos todos y las soluciones están en manos de todos. Cuando hablamos de Educación, como en el caso de García Tejerina, que yo creo que no conoce ni nuestra tierra, ni el potencial y la capacidad y la innovación que hay en esta tierra, se produce por eso, al despreciar un territorio que no gobierna el PP. Hay que tener respeto a los ciudadanos y poner medidas a que todos vivamos en igualdad de oportunidades y todos tengamos acceso a los mismos recursos. El PP pudo haber resuelto eso dándole a cada territorio los recursos que necesitaba para tener una buena educación, sanidad y políticas sociales, pero no lo hizo y ahora no puede venir a despreciarnos. Esto no va de lucha de unos contra otros, sino de buscar una educación para la próxima generación de españoles, y ahí entran todos, y hay que llegar a niveles de convergencia para que todos tengamos el mismo sistema educativo. Esto es lo que hay que plantearse, no criticar porque el que gobierna es de un partido diferente al mío.
*Entrevista emitida en el espacio A Compás de Ondaluz TV con la participación de Roxana Sáez, Mauricio García y Diego Boza