La Fiscalía de Granada ha mantenido este jueves su petición de siete años de prisión para el hombre acusado de abusar sexualmente de su nieta, desde que tenía nueve años y hasta los 12, y de exhibirle películas pornográficas cuando se quedaba a su cuidado mientras que la madre estaba trabajando.
En el juicio que se ha celebrado en la Sección Primera de la Audiencia de Granada y que ya ha quedado visto para sentencia, el procesado, de iniciales M.N.P., ha negado los abusos y, a preguntas del fiscal sobre este asunto, sólo se ha limitado a decir "No" o "No lo sé" y se ha limitado a responder sólo a las preguntas del fiscal, ni a la acusación particular ni a su propio letrado.
El Ministerio Público le atribuye un delito continuado de exhibicionismo, otro continuado de provocación sexual y un delito de abuso sexual, y reclama además el pago de una indemnización a su víctima de 8.000 euros, y la acusación particular pide una condena de ocho años de prisión por un delito continuado de exhibicionismo y dos de abusos sexuales. La defensa ha reclamado la libre absolución.
Más elocuente que el del acusado ha sido el testimonio de su nieta, que hoy tiene 15 años y que ha declarado tras una mampara como testigo protegido. Según ha explicado, desde que tenía unos 8 años el abuelo le comenzó a exhibir películas pornográficas, haciéndole comentarios sobre las posturas sexuales y sus nombres, y, a medida que fue creciendo, la situación fue a más, y ya abusó sexualmente de ella.
También ha explicado que, estando una amiga en la casa de los abuelos, el inculpado también le mostró este tipo de películas, y después se fue al baño, desde donde lo vieron masturbándose. La joven, que ha señalado además que el abuelo le hablaba de sus relaciones sexuales que supuestamente mantenía con las vecinas del edificio, ha indicado que ella consideraba entonces que aquello era normal. Su amiga, que también ha comparecido tras una mampara, ha ratificado que efectivamente vieron películas porno, y que, cuando el abuelo se levantó de la mesa, las quitaron porque aquello era algo que les disgustaba.
Han declarado además por vídeo-conferencia la actual pareja del padre de la joven, a la que la menor le contó lo que hacía con su abuelo, algo que ella consideraba que era "muy normal". También el padre de la niña, e hijo del acusado ha ofrecido su testimonio y ha indicado que fue a denunciar a su propio padre cuando la menor le hizo el relato de los hechos.
Por contra, otra hija del acusado, una sobrina y su mujer han defendido su inocencia y han afirmado que "jamás" vieron un comportamiento extraño del inculpado que, además, según ha mantenido su esposa, sufrió una enfermedad que le ha provocado impotencia.
Según consta en el escrito de acusación del Ministerio Público, al que ha tenido acceso Europa Press, los abusos se produjeron desde finales de 2008 hasta agosto de 2012, periodo en el que el inculpado, aprovechando que se quedaba a solas en su domicilio, en Granada capital, con su nieta, nacida en 1999 y a la que cuidaba mientras su madre trabajaba.
"Con ánimo libidinoso y de forma reiterada", procedió, en múltiples ocasiones, a mostrarle a la menor películas pornográficas, a la vez que le explicaba su contenido y haciéndole comentarios con contenido sexual, llegando a masturbarse delante de la menores varias veces.
También en 2011 la sometió a tocamientos, según la Fiscalía, y en otra ocasión, cuando se encontraba con una amiga, también repitió el episodio de la película pornográfica, y con posterioridad, con las mismas niñas, comenzó de nuevo a hablarles de sus relaciones sexuales con mujeres, lo que obligó a las menores a marcharse.
Además de la pena de prisión, el fiscal solicita 800 euros de indemnización para la amiga de su nieta, por los perjuicios morales causados, y la prohibición de acercarse o comunicarse con las dos menores, a la primera durante ocho años y a la segunda durante cuatro años.