La Guardia Civil de Granada ha detenido a los dos presuntos autores de cuatro robos con violencia e intimidación con arma de fuego perpetrados en tres gasolineras de Iznalloz, Campotéjar y Ventas de Huelma, entre los meses de septiembre y octubre de 2018. Tras pasar a disposición judicial, han ingresado en la prisión de Albolote, según ha informado el Instituto Armado en una nota de prensa.
Los detenidos, dos jóvenes de 20 y 21 años, vecinos de Granada y Maracena, y sin antecedentes policiales, entraron supuestamente en estas gasolineras encapuchados con pasamontañas y gorras, y armados con una pistola y un cuchillo de grandes dimensiones.
El método utilizado pasaba por amedrentar a los empleados y apoderarse del dinero que llevaban encima los trabajadores o que había en ese momento en las cajas registradoras del establecimiento.
Según la investigación de la Guardia Civil, los detenidos utilizaron dos vehículos en los atracos, que pertenecían a la madre de uno de los atracadores. El primero lo utilizaron una vez y antes del atraco le pusieron unas placas de matrícula falsas, mientras que el segundo coche lo utilizaron en tres ocasiones y, tras el último robo, "lo abandonaron en la localidad de La Malahá cuando eran perseguidos por el propietario del establecimiento". Esto precipitó sus detenciones.
El primer y el último robo tuvieron lugar en la misma gasolinera de Ventas de Huelma. El primero fue perpetrado el pasado día 15 de septiembre y el último el 16 de octubre de 2018. Los otros dos tuvieron lugar los días 8 y 9 de octubre en una estación de servicio de Iznalloz y en otra de Campotéjar.
En el último robo, los detenidos le habrían arrebatado la riñonera al empleado de la gasolinera tras amenazarlo con una pistola y huyeron en un vehículo que habían aparcado a unos 200 metros. Lo que no esperaban los atracadores era que el propietario del establecimiento saliera detrás de ellos, a la vez que alertaba a la Guardia Civil. La persecución duró hasta el pueblo de La Malahá, donde los detenidos abandonaron el coche, "perfectamente cerrado, y consiguieron burlar a su perseguidor a pie".
La Guardia Civil intervino el coche y se hizo cargo de él el Equipo de Patrimonio de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Granada. Los agentes averiguaron que la propietaria era una mujer, pero quien lo conducía de manera habitual era su hijo. Desde entonces fue considerado el principal sospechoso de haber perpetrado los robos.
Posteriormente, los agentes consiguieron registrar el vehículo intervenido tras el atraco y encontraron en su interior un teléfono móvil y la documentación del primer sospechoso, una cartera con documentación del segundo sospechoso y un pasamontañas.
En la investigación posterior la Guardia Civil averiguó que durante la huida los detenidos se habían desecho de la pistola utilizada en el atraco y de los bolsos riñonera que les habían arrebatado a los empleados de la gasolinera. Los agentes hicieron el mismo recorrido que los atracadores y consiguieron localizar los dos bolsos y a unos 500 metros de estos la pistola y un cargador.
La Guardia Civil también ha averiguado que el arma recuperada fue utilizada en los cuatro robos investigados. Es una pistola detonadora que ha sido enviada al Servicio de Criminalística de la Guardia Civil para que informe si ha sido manipulada y dispara fuego real; y por si estuviera implicada en otros hechos delictivos.