La Guardia Civil ha detenido a un vecino de Monachil (Granada) de 53 años como presunto autor de un delito de tenencia ilícita de armas después que fuera sorprendido en el Parque Nacional de Sierra Nevada con una pistola equipada con un silenciador y visor láser, sin documentación y con munición para esta arma.
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, y más concretamente los agentes del Destacamento de Sierra Nevada, han tenido noticias de la existencia de cazadores furtivos que se adentran en el corazón del Parque Nacional para cazar cabra montés hispánica.
Para prevenir y perseguir esta modalidad de caza furtiva, la patrulla del Destacamento de Sierra Nevada del Seprona recorría el pasado 26 de julio por la mañana una pista forestal que discurre hasta la Cortijuela, en el término municipal de Monachil, dentro de los límites del Parque Nacional de Sierra Nevada, cuando sorprendieron a tres cazadores con dos armas largas rayadas.
Fueron identificados y los agentes les preguntaron sin tenían algún tipo de autorización para cazar o alguna excusa para portar las armas dentro del Parque Nacional, y respondieron que no.
Inmediatamente después los agentes registraron los vehículos de los cazadores para comprobar si habían conseguido alguna pieza o trofeo, y en asiento del copiloto de uno de los coches encontraron un bolso que contenía una pistola de calibre 22 equipada con un visor láser, un silenciador y 65 cartuchos del mismo calibre.
Uno de los cazadores reconoció que la pistola era suya y que no tenía ningún tipo de documentación, por lo que se le comunicó que en ese mismo momento quedaba detenido por un delito de tenencia ilícita de armas.
La Guardia Civil también ha intervenido a otro de los cazadores una carabina de calibre 22 con silenciador y ningún arma de caza puede estar equipada con este último elemento.
Los agentes del Seprona encontraron muy cerca de donde fueron sorprendidos los cazadores un bloque de sal de unos cinco kilos de peso. La sal es muy utilizada por los cazadores furtivos porque supone un cebo muy atractivo para las cabras montesas, por lo que suponen que los cazadores sorprendidos habían puesto la sal y estaban aguardando a que apareciera un ejemplar interesante de cabra montés para abatirlo mientras la chupaba.
Las armas intervenidas han sido enviadas al Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil para su análisis y el detenido ha sido puesto a disposición del juzgado de guardia de Granada.
Los tres cazadores, además, han sido denunciados por varias infracciones graves al Reglamento de la Ordenación de la Caza en Andalucía ante la delegada territorial de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía de Granada.