Denuncian a la residencia de Alcalá del Valle, la familia de uno de los ancianos fallecidos por coronavirus, según informa el Diario de Cádiz.
Los hijos alegan que no tuvo la atención médica necesaria y se tardo mucho en su traslado al Hospital de Ronda.
Mateo Moncada fue el primer anciano de la residencia Dolores Ibarruri en perder la vida, y sus familiares consideran que hubo abandono y denegación de auxilio, ya que según la hija, Loli, “el día de la muerte de su padre ya se encontraba con un 70% de oxígeno en sangre, y después de hablar ese mismo día con el alcalde nos aseguró que estuviera tranquila, pero no fue trasladado hasta doce horas después al hospital de Villamartín, donde llegó con un 51% de oxígeno en sangre, ya sin salvación”.
Cabe recordar que pocas horas antes de la muerte de Mateo la Junta tomo el control de la residencia, donde la infección ya estaba extendida por toda la residencia y se decide el traslado de algunos enfermos, los más graves al hospital de Ronda y los otros al de Villamartín. También afirman que cuando hablaban por móvil con su padre les reconocía que estaba solo y que cada día se asfixiaba más y nadie iba a verle. Aunque no lo pueden demostrar del todo, para los hijos, lo que fue clave fue el traslado en una ambulancia no medicalizada sin oxígeno y su padre necesitaba oxígeno las 24 horas del día al padecer una enfermedad respiratoria.
Además, destacan que al llegar, Mateo Moncada, al hospital de Villamartín, lo único que lleva es su bastón, sin DNI, ni tarjeta sanitaria, lo que impide conocer su historial, aunque reconoce el hijo, que ya daba igual porque “ya estaba sentenciado”.
