María José de Alba ha sido la elegida por el Partido Popular para encabezar la lista que la formación presentará de cara a las elecciones del próximo mes de mayo y con la que pretende desbancar del sillón de la Alcaldía a la socialista Patricia Cavada tras ocho años. La isleña ha concedido una entrevista a 7TV San Fernando tras su nombramiento.
¿Es consciente de todo lo que conlleva su nombramiento?
—La verdad es que sí, que conlleva mucho, pero yo siempre lo digo y es que a un político lo mejor que le puede suceder es ser alcalde de su ciudad. No cabe duda de que es lo más complicado al ser la administración más cercana a la ciudadanía, pero esa también es la parte bonita. Es la del contacto directo y la del día a día porque tu vives dentro de esa ciudad.
Su ya amplio currículum desde 2007 como política en San Fernando obviamente es un aval de cara a lo que se le avecina.
—Sí. En muchas ocasiones durante estos días a quienes me han preguntado sobre qué siento ahora que he dado el paso..., yo recordaba que la primera vez que dí el paso era tras salir de detrás de unos micrófonos, desde donde también se le toma el pulso a una ciudad porque se vive el día a día. Los medios de comunicación locales evidentemente están constantemente en el pulso de la ciudad. En ese momento, cuando me decidí por entrar en política fue un salto grande, pero es cierto que me sirvió para terner un conocimiento de la ciudadanía bastante importante. Ya dentro de la política yo siempre digo que en el día a día yo salgo a aprender, tanto por el hecho de haber vivido dentro de un Gobierno municipal, como por pasar por la oposición, por el Senado o ahora mismo por el Parlamento, todo te va dando un conocimiento de diversa índole que realmente te da una visión bastante global de lo que pasa en tu ciudad, de las ilusiones, de los temores, de la parte buena, de la parte mala..., yo insisto una y otra vez que el político tiene que tener los pies pegados al suelo, porque si los despega yo creo que la visión nunca va a ser la que más necesita la ciudadanía. En este caso ese bagaje que usted comenta me ha enseñado distintos puntos de vista sobre la política local y, sobre todo, conocimiento. A la calle hay que salir para aprender y no salir ya como diciendo que vengo aprendido. Eso sería un error bajo mi punto de vista.
¿Cuál cree usted que es el estado de la ciudad?
—Yo creo que eso es algo que no falta ni que lo diga yo. Hoy en día las redes sociales hablan y mucho, y si hacemos una mirada global nos reflejan que el estado de la ciudad no es bueno. En primer lugar, adolece de transparencia por parte del propio Gobierno local para contactar directamente con esa ciudadanía que, insisto, es muy importante. Se habla de falta de iluminación, de falta de limpieza, es el gobierno con menos participación ciudadana que ha existido a lo largo y ancho de todos los mandatos anteriores . Hay entidades vecinales que se quejan de que en ocho años no han visto aparecer por allí a nadie del equipo de gobierno. Quiero decir con ello que hay muchos puntos, la gran mayoría comunes, de los que adolece esta ciudad y en ellos vamos a trabajar.
¿Qué opina sobre la situación del empleo o los impuestos en San Fernando?
—No podemos engañar a nadie. Estamos viviendo una crisis tremenda a nivel mundial, pero lo que no podemos es hacer oídos sordos, es decir, como la competencia sobre este asunto es del Gobierno central nosotros aquí no podemos hacer nada, nos tapamos los oídos y pobre del que lo está pasando mal. Eso no lo puede hacer un ayuntamiento. Si la ciudadanía lo está pasando mal, el ayuntamiento debe de poner todos los medios a su alcance para dar oxígeno a la economía local, a la ciudadanía en general, al pequeño comercio. Hay ciudadanos que te dicen que están fritos a impuestos, que no llegan a fin de mes, que cada vez están peor..., yo creo que un gobierno tiene que estar, en la medida de sus competencias, en solucionar esas cosas.
¿Ya tienen claras cuáles son las líneas maestras con las que se presentarán a las elecciones municipales de mayo?
—Hay muchos problemas en la ciudad, pero está claro que lo primero es la cuestión económica y en todo lo que podamos ayudar desde el punto de vista municipal. Hay muchas familias en esta ciudad que lo están pasando muy mal, familias que hasta hace dos días su economía era normal y que, ahora mismo, ven que no llegan a final de mes.
¿Qué opinión tiene de todos esos proyectos u obras que se han iniciado durante el presente mandato corporativo y se han quedado paralizados o han sufrido retrasos?
—Desgraciadamente es muy triste el hecho de que en San Fernando el Ayuntamiento acometa una obra que antes era una alegría y ahora se ha convertido en un problema. Conozco el caso de un comerciante que ante el aviso de que el Ayuntamiento iba a iniciar una obra en su calle, ha decidido cambiarse de sitio de su establecimiento. Eso es muy triste. Y que haya cientos de familias que están pasando lo que están pasando por un proyecto como La Magdalena, que les ha generado un problema en su día a día, sobre todo a la hora de aparcar porque le han habilitado un espacio en el que si caen dos gotas, se convierte en un lodazal. Al ser también una zona oscura y sin vigilancia, se están produciendo además robos en los coches de los vecinos. Por eso digo que es triste que en San Fernando cuando se acomete una obra a nivel municipal, la ciudadanía en general tiemble. Y más allá de La Magdalena no encontramos con casos como los retrasos de Héroes de Baleares o la Plaza del Rey. Y además lo peor es que cuando termina una obra ves que además el resultado final no es bueno. A mi me gusta ser realista, es verdad que cuando se inicia una obra a todos nos entran los miedos por el tema de los plazos, pero lo que no puede ocurrir es que se incumplan siempre.
Recientemente se ha celebrado Fitur, ¿qué le ha parecido la apuesta que ha llevado el Gobierno local a Madrid?
—Para empezar, el primer día de la presencia de nuestra ciudad en Fitur, recibo quejas sobre que tenemos un Congreso de Belenistas en nuestra ciudad este año y no se ha promocionado. Luego vemos que, además, de lo poco que se nos proyecta en la Feria Internacional del Turismo, la realidad luego siempre es otra. No me gusta ser agorera y no me gusta ser negativa, porque todo lo que se venda de nuestra ciudad, bienvenido sea y ojalá esa venta sea estupenda y redunde en turismo, pero la realidad es que luego vamos por la ciudad y vemos que por este sector no se hace nada. ¿Qué se ha hecho turísticamente hablando? ¿Un proyecto que ya se encontraron casi hecho con el Museo de Camarón? En estos ocho años de gobierno, qué balance turístico se puede hacer, ¿ha habido un hotel más? El hecho de que haya un hotel más implica que en esa ciudad hay una oferta turística que empieza a atraer público a nuestra ciudad. Eso no ha sucedido con San Fernando. Todo lo que sea bueno, bienvenido, pero el humo ya cansa.
¿Y los Polvorines de Fadricas?
—Anda hablando de humo, perdón (risas). Primero tengo que decir que nosotros como oposición de esa operación de compra a Defensa no sabemos nada. No entendemos que algo que es tan importante para San Fernando no se haya contado con nosotros. De todas formas, hemos empezado a rascar un poco y la realidad es que los que nos venden es el principio de un acuerdo, es decir, nos han vendido un globo y solo hemos empezado a inflarlo. Le insisto que hablo con la información que manejamos nosotros, porque sabemos poco a nada de esta operación. No podemos decir que es la primera vez que se está tratando con Defensa el desarrollo de los Polvorines porque sabemos que eso no es verdad. Todos los alcaldes lo han peleado, desde Manolo de Bernardo, pero él se topó con un torpedeo socialista que impidió que se llegara a algún acuerdo. José Loaiza sí firma de manera gratuita, en tiempos de crisis, con reversionistas y con Defensa, y no entendemos los motivos por los que cuando llega a la Alcaldía el PSOE no actúa al respecto. Y además con un proyecto ya incluso sobre la mesa. De todas formas, y estaban en su derecho, lo podían cambiar, pero que se perdiera eso por el motivo que fuera, no sabemos cuál, se dejó morir. Ahora nos venden una compra, pero qué se ha comprado, ¿la franja de Defensa de Dominio Público Marítimo Terrestre? Con lo que ello conlleva. Es un 40 por ciento, pero hay un 60 por ciento que pertenecen a las familias reversionistas. La traducción de todo esto es que se negocia con Defensa, que habrá que firmar esa negociación si es que está lista, que no lo sé, y luego hay que comenzar a negociar con todas esas familias que tienen terrenos en esa zona. Habrá que llegar a un convenio y luego habrá que firmarlo. Es decir, y sabiendo los tiempos que utiliza este Ayuntamiento para mover una silla, quiero pensar que se está vendiendo a bombo y platillo algo que a priori tiene para largo. Pero insisto en que hablo desde el desconocimiento, ya que un acto que se vendió como algo muy importante para la ciudad, la alcaldesa Patricia Cavada decidió que a la oposición no se nos invitaba. Con lo cual, el tufillo electoral creo que lo tiene. Me parece muy bien que se le presente a determinados sectores de la ciudad, pero porque no a nosotros también y nos enteramos todos de este gran proyecto. Todo son dudas y para nosotros todavía no hay ninguna realidad e, insisto, en que todo se puede presumir en que se ha presentado el principio de un principio.
¿Cree que es necesario que la ciudad cuente con un Presupuesto Municipal para este año 2023?
—Por supuesto. Estamos hablando de la herramienta básica para un ayuntamiento. No contar con un presupuesto inmoviliza la acción de ciudad en un gobierno. Tú no puedes hacer nada nuevo que no haya estado presupuestado, es fundamental. La verdad es que no entendemos como, a día de hoy todavía no sabemos nada de él. Y, en el caso de que exista, la oposición lo hemos pedido en el último Pleno de diciembre y, a día de hoy, seguimos sin saber nada al respecto.
Carnaval en la Plaza del Rey y Feria del Carmen y de la Sal en el Parque Almirante Laulhé, ¿qué opinión tiene al respecto?
—Pues de nuevo más problemas. De verdad es que hay veces que es muy complicado porque los gobiernos de los ayuntamientos tienen que estar para solucionar problemas, no para plantearlos. En el caso del Carnaval yo soy de las personas que cree que lo mejor es el consenso, es decir, que haya reuniones con la gente relacionada con este mundo y que sean ellos lo que decidan qué es lo mejor. De lo que yo sé, muchas peñas lamentan que muchas zonas clásicas que ha tenido La Isla al hablar de Carnaval hayan perdido su importancia, como es el caso de la plazoleta de Las Vacas o las propias sedes de las peñas. Ahora ven como todo se va al centro de la ciudad y, en los contactos que hemos tenido en los últimos años, se quejan de esa centralización del Carnaval. De todas formas tampoco sabemos a día de hoy si todo se desarrollará en la Plaza del Rey, ya que los carnavales están muy cerca y no sabemos si llegará a tiempo. Creo que es la gente del Carnaval la que debe decidir qué emplazamiento es el más oportuno. Si hablamos de Feria, tengo que decir que la empresa que logró el contrato para La Magdalena por una cuantía mayor lo hizo, en primer lugar, porque no perjudicaba a su celebración, ya fuera dando vacaciones a su personal en julio, o bien actuaba en zonas que no perjudicaban a su desarrollo. No lo entendimos en su momento, se levanta La Magdalena y la Feria al Parque Almirante Laulhé y este año volverá de nuevo allí . Mi pregunta es si eso es realmente una Feria, alguien me confirma este extremo en una ciudad como San Fernando con la Feria del Carmen y de la Sal que hemos tenido. Eso no es una Feria, eso es como si te montaran en cualquier momento del año muchas casetas y tú vas allí y te lo pasas divinamente bien y ya está. ¿Queremos eso para San Fernando? Y luego están los padres que los niños que tienen que estar de aquí para allá con el tema de las atracciones, qué opinan ellos tras los sucedido el verano pasado. Pienso que las opiniones no fueron demasiado positivas, pero de nuevo no se vuelve a escuchar a la ciudadanía y además tenemos una obra empantanada que le hace tener un argumento para llevarla de nuevo al parque, pero evidentemente no es nuestra fiesta como la conocemos.