El tiempo en: Málaga

San Fernando

Un apeadero intermodal modelo Ikea donde no da la sombra ni de noche

La estación de autobuses por la que tanto suspira la ciudad se queda otra vez en casi nada y sin poder coger un taxi en pleno mes de agosto.

Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad Ai
Cargando el reproductor....

La larga espera de San Fernando por tener una estación de autobuses acorde a una población de 90.000 habitantes tendrá que seguir esperando como ha estado desde que entre las contrapartidas para la construcción de Bahía Sur se iba a construir una y todo quedó en un cambalache del Ayuntamiento de la época.

Ya no se llama estación de autobuses porque no lo es. Se llama, tratándola con generosidad, estación-apeadero intermodal de transporte, porque hay transportes y se puede ir en tren-tranvía, en coche, en autobús y en bicicleta. Y andando.

La verdad es que ni siquiera la nombran ya así y se queda todo en un edificio en medio de un descampado, con unos buenos aparcamientos y tres especies de dársenas para sendos autobuses, además de una parada de taxis.

Para los autobuses -y dice la Junta de Andalucía que esa instalación ya está terminada, con lo que no espera más que los permisos para la instalación- no hay marquesinas que valgan, pero se pueden esperar dentro del edificio que es de estilo funcional, feo pero práctico, como comprado en el Ikea.

Para los taxis existe una parada amplia, sin más techo que el sol de cada estación (del año)o las estrellas por la noche. O la lluvia o el levante. Los taxistas también pueden esperar en el edificio porque no van a estar dentro del coche esperando al cliente si se trata de un mes de agosto o un mes de diciembre, por poner dos polos opuestos.

No se ha construido un techito ni nada, por lo que si bien los taxistas podrán estar en la estación-apeadero, lo malo seña meterse en el coche en pleno verano después de una hora al solano esperando un servicio.

Oficialmente, a las instalaciones para el público en el Intercambiador de La Ardila, sólo le queda la implantación de la jardinería en la isleta que separa la parada del tranvía del apeadero de autobuses. Y por supuesto, el procedimiento de legalización de la nueva instalación, previo a la formalización del convenio de colaboración para su cesión al consistorio. Los papeles, que son el punto flaco del nuevo transporte.

El tema de los taxistas al sol ya ha saltado a las redes sociales, donde no se habla muy bien del apeadero estación intermodal, quiza porque como explican desde la Junta, les faltan algunas plantitas que colocar.

Pero lo que está claro es que un gremio que tiene que pasar mucho tiempo esperando con toda clase de condiciones meteorológicas ya está echando de menos algún tipo de protección para los automóviles.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN