La programación de la temporada 2021/2022 del Teatro Lope de Vega continúa esta semana ofreciendo tres funciones con la danza y el teatro como protagonistas. Así, el viernes 26 subirá al escenario la compañía Kor'sia para presentar el ballet Giselle; mientras que los días 27 y 28 se pondrá en escena la obra teatral El salto de Darwin, escrita por el dramaturgo franco-uruguayo Sergio Blanco.
Mattia Russo y Antonio de Rosa son los responsables de la reinvención contemporánea del clásico Giselle, ballet que, desde su estreno en París en 1841, se convirtió en un icono del amor romántico: todavía hoy sigue siendo uno de los símbolos de la pérdida de la inocencia, de la redención, de un amor tan loco y desaforado que no se entiende sin la entrega total.
En este Giselle, Candidato a Mejor espectáculo de danza en los Premios Max 2021, los 11 bailarines de la compañía Kor'sia y la música original de Adolphe Adam se unen a elementos menos frecuentes en un espectáculo de danza, pero habituales en el lenguaje escénico de estos artistas, como el cine, la fotografía, la literatura o la escultura. Giselle desaparece, y también su forma ingenua y romántica de entender el amor, y se enfrenta a las reglas de juego del mundo actual, del mundo globalizado y estresante en el que también las relaciones parecen regirse por la obsolescencia programada, expresándose a golpe de like en una pantalla y exhibiéndose en redes sociales.
Por otro lado, los días 27 y 28 en El salto de Darwin, el dramaturgo y director teatral franco-uruguayo Sergio Blanco viene a alertarnos de que la condición humana puede en cualquier instante regresar como especie a un estado animal. Una tragicomedia en ruta, que nos traslada a la travesía emprendida por una familia del norte de Argentina para depositar en un glaciar las cenizas de su hijo, muerto en la guerra de las Malvinas. El reparto de seis actores lo encabezan Goizalde Núñez y Jorge Usón.
En este montaje, dirigido por Natalia Menéndez, Blanco reflexiona sobre la ingenuidad y la perversidad humana, de lo más conmovedor a lo más detestable del ser humano. El estudio que su autor hace de los porqués de la guerra, que empieza como un juego y que se va pervirtiendo o que ya estaría en nosotros, en esos animales llamados humanos. Al mismo tiempo, se desarrolla una petición de paz con su ternura, con su amor por la diferencia, con la compasión y el entendimiento hacia el otro, con un deseo muy concreto de evolución del ser humano.