El Ayuntamiento de Sevilla, a través de su Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente, aprueba este martes en la Comisión Ejecutiva de este organismo la adjudicación del contrato para las obras de restauración y consolidación de la parte extramuros de la Muralla de la Macarena, después de haber finalizado a lo largo del primer cuatrimestre de este mismo año las de intramuros y el Arco. Sobre un presupuesto de licitación de 1.755.149 euros, se afrontará así la penúltima fase de la restauración integral de la Muralla, y la adjudicataria será la empresa Patrimonio Inteligente, S.L.
"En las próximas semanas afrontaremos la penúltima de las fases de obras en la que es la estrategia municipal más ambiciosa de intervención sobre este bien patrimonial de la ciudad que se ha llevado a cabo en las últimas cinco décadas. Una estrategia que, en su conjunto, supone una inversión de más de tres millones de euros y con la que, además de garantizar su conservación para las generaciones venideras, contribuiremos a reforzar su atractivo y a poner en valor la Muralla de la Macarena y su entorno", según ha explicado el delegado de Hábitat Urbano y Cohesión Social, el socialista Juan Manuel Flores.
Los nuevos trabajos que se ejecutarán en la cara externa de la Muralla desde el Arco hasta la Puerta de Córdoba consistirán en la consolidación estructural puntual de las zonas que lo precisen y en la aplicación de los tratamientos epidérmicos necesarios para detener el deterioro sufrido por la fábrica de tapia. Este proyecto parte con un presupuesto de 1.755.149 euros, del que el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, financia un 44,53% con cargo al Programa 1,5% de Fomento del Patrimonio Cultural --tal y como ocurriera con el proyecto intramuros--, lo que supone una aportación de 781.503 euros. Cuenta, asimismo, con el informe favorable a la intervención propuesta de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía.
La operación prevista en esta parte exterior de la muralla recoge trabajos de tipo preventivo y correctores, que, en este caso, se extenderán también a la barbacana (muro anterior a la muralla), a la liza (espacio entre la barbacana y la muralla) y a las torres, entre las que destaca la Torre Blanca. Se estima que la intervención tenga una duración de 18 meses. También en este caso, la Gerencia de Urbanismo contratará la realización de un estudio arqueológico paramental para conocer todas las capas que han ido conformando el monumento actual a lo largo de su historia, algo que ya se ha hecho durante los trabajos de recuperación de la cara interna de la Muralla y del propio Arco.
Se trata de documentar todas las estructuras arquitectónicas que forman parte en la actualidad del elemento, generando, a partir de fotografías digitales, modelos tridimensionales de forma semiautomática con precisión milimétrica. Gracias a esta actuación arqueológica se obtiene una imagen del monumento en sus tres dimensiones de gran relevancia desde el punto de vista técnico e histórico. Asimismo, se tomarán muestras de material cerámico para obtener también un análisis ceramológico del tapial. Para que este conocimiento del lienzo exterior de la muralla sea lo más completo posible se incluirán en el estudio las torres y barbacana.
Una vez que concluyan las obras de la cara extramuros, tan solo restaría, por tanto, una última fase de la intervención integral sobre la Muralla, la antigua Puerta de Córdoba, que depende del proyecto que realizará la Hermandad de San Hermenegildo, a cuya financiación también contribuirá la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente.
