La Fiscalía de la Audiencia Provincial de Sevilla pide 14 años de cárcel para Adrián N., detenido el 10 de junio de 2021 en Estepa (Sevilla) acusado de matar y descuartizar a su exnovia, Rocío Caíz, de 17 años, a la que había citado para hablar de la custodia del hijo de ambos, de cuatro meses.
Según han informado a EFE fuentes judiciales, el ministerio público considera el caso como un homicidio, mientras la acusación particular pide para el acusado prisión permanente revisable, por un suceso ocurrido el 2 de junio del mismo año y de cuyas primeras noticias se tuvo conocimiento un día después, cuando fue denunciada la desaparición de la joven.
Tras varias días buscándola, el presunto autor de los hechos, de 23 años y nacionalidad rumana, se presentó ante la Guardia Civil junto a su abogado y confesó que mató a Rocío la misma noche en la que ella presuntamente había dormido en su casa, con un cuchillo que lanzó a un contenedor y que no ha podido ser localizado hasta ahora.
Además, concretó que descuartizó el cuerpo y lanzó bolsas con sus restos por varios lugares del extrarradio del pueblo, para luego irse a su casa a dormir, y al día siguiente la madre de Rocío le llamó porque no la localizaba y le dijo que había pasado allí la noche, pero que al despertar se había marchado y no sabía dónde estaba.
Ana, una hermana de la fallecida, recibió un mensaje enviado presuntamente por Rocío en el que le decía que se había marchado a la provincia de Badajoz con un joven que había conocido meses antes, y pedía que su exnovio se hiciese cargo del hijo de ambos.
La familia de Rocío nunca creyó que ese mensaje lo enviase la joven, y sospechaba de que le habían robado la contraseña de su perfil de Facebook, ya que su móvil estaba apagado, pero la ventana de mensajes privados de la citada red social estaba activa.
En uno de los presuntos mensajes, Rocío decía a su hermana que le había robado de madrugada 300 euros a su exnovio, extremo que este "confirmó" a la madre de la joven.
Aunque su familia afirmaba que había sufrido agresiones por parte del exnovio en varios ocasiones, Rocío nunca presentó denuncia por violencia de género, y sus datos no están reflejados en el registro Viogen, que recoge las informaciones de las mujeres que denuncian hechos similares en servicios sociales de ayuntamientos o cualquier fuerza y cuerpo de seguridad del Estado.
La menor había conocido a su exnovio cuando ella tenía 11 años y él 16, y se quedó embarazada a los 16 años, aunque rompió la relación con él con el niño recién nacido.
El día de su muerte, decidió ir a casa del exnovio a buscar un carrito para el bebé desde su pueblo, Martín de la Jara, a 28 kilómetros de Estepa, en un taxi pagado por la expareja cuyo conductor fue la única persona que la vio con vida.