Manuel Pareja-Obregón fue responsable de introducir nuevos géneros en el mundo de las sevillanas a mediados del siglo XX. Las alejó de la simpleza y la festividad para hablar en ellas de sus sentimientos. Del amor en todas sus facetas y terrenos: en lo mundano, lo espiritual, la naturaleza o la alta sociedad. El amor entre el potro y la yegua, un halcón y una paloma, un pastor y su cordero o entre dos reyes. Si juzgamos su obra, ya no solo por su calidad sino también por su extensión -con más de 3.000 composiciones-, pocos reconocimientos públicos ha recibido el que fuera padre de las sevillanas modernas. Es una de las reflexiones con las que Arturo Pareja-Obregón, hijo del afamado compositor, cierra el documental que homenajea la vida y obra de su padre.
‘Manuel Pareja-Obregón, sin miedo a la caída’, largometraje dirigido por Manuel Correa y producido por Cinemax Digital, Arcángel Flamenco y RebelliousWords, busca difundir el legado de uno de los autores andaluces más brillantes. Un hombre cosmopolita pero enamorado de su tierra, a quien dedicó una parte muy importante su obra. Pareja-Obregón compuso para Paloma San Basilio, Manolo Escobar, Rocío Jurado o Lola Flores. Durante mucho tiempo lo hizo de la mano de Rafael de León y Manuel Quiroga. Fue un virtuoso en todos los géneros, si bien fue en el de las sevillanas al que más aportó.
“Era muy bohemio”, destaca en el documental su inseparable Juanini de Los Marismeños, grupo del que fue su mayor creador. También narra algunas de sus historias de fe y su enorme devoción a la Virgen del Rocío, a quien dedicó la universal “Salve Rociera”. Algunas de sus composiciones circulan en el imaginario colectivo atribuidas a manifestaciones populares, lejos de la realidad. Ocurre con “Cantineros de Cuba”, que acumula incontables vueltas al mundo y cuya autoría es del sevillano.
El trabajo ha contado con la colaboración de sus cuatro hijos, Manuel Diego, Joaquín, Carmen y Arturo Pareja-Obregón, y de su hermano Celso en la narración. Algunas de sus letras pueden oírse versionadas gracias a contribución especial de los artistas Juan Alejandre, Arcángel, Argentina, José Luis y Juan Rafael Pérez-Vera, Fran Vázquez “Maqui”; el piano de Álvaro Gandul y Moisés Losada; el baile de Macarena López, y las coreografías ecuestres de Lea Vicens. Tras un preestreno al que asistieron allegados y autoridades, la película comenzará ahora a proyectarse en festivales de cine