La posible existencia de un
pacto entre PP y Vox, que permitiría que los últimos entraran en el
Gobierno del Ayuntamiento de Sevilla, ha sido considerado como una
“mala” y “pésima” noticia por los dos grupos municipales de izquierda,
PSOE y Con Podemos-IU, que supondría una “
involución” de la ciudad para los socialistas y un “
pago” por el silencio en la investigación de la copa de Navidad de la
Gerencia de Urbanismo para la confluencia.
Así, el portavoz municipal del PSOE,
Antonio Muñoz, ha considerado que el alcalde José Luis
Sanz ya estaba “desnortado y sin rumbo” y, si se confirma el pacto, supondrá
“una involución” para la ciudad, apuntando que la
justificación de que el Ayuntamiento está
bloqueado “no se sostiene” porque la mayoría de los expedientes han salido adelante, especialmente con el apoyo de los socialistas, y que ha sido el grupo municipal de
Vox el que ha estado votando en contra “para forzar lo que parece que van a conseguir”.
Según Muñoz, ha considerado que si las negociaciones las ha llevado a cabo Núñez Feijóo, Elías Bendodo y Santiago Abascal, convierte al
Ayuntamiento de Sevilla en una
“sucursal de Génova” y a
Sanz en un “mero actor de reparto”, una posición secundaria que permitiría dejar a la ciudad “en manos de la extrema derecha”.
También ha recordado que el
cambio de posición de Vox ya se hizo patente cuando
“le echó un capote” al Gobierno municipal al rechazar la
petición de comparecencia del delegado de Urbanismo, Juan de la Rosa, “que ha mentido en dos ocasiones”, para explicar las
irregularidades alrededor de la copa de Navidad de la Gerencia de Urbanismo y que la Fiscalía ha comenzado a investigar.
“Ahora se entendería ese capote”, apuntaba Muñoz, que anunciaba que si se confirmaba ese pacto,
“intensificaremos nuestra acción política” para que los colectivos más desfavorecidos “no sufran un retroceso”.
En la misma línea se pronunciaba la portavoz municipal de Con Podemos-IU,
Susana Hornillo, quien considera que “la entrada en Gobierno es el
pago del alcalde a Vox por ayudarles a silenciar" el supuesto caso de corrupción en Urbanismo y una "muestra más de que la
ultraderecha es una fuerza de
degeneración democrática”, decía sobre lo que considera una “
cortina de humo” para evitar que la actualidad esta semana se circunscriba a la
denuncia presentada por la Fiscalía de Sevilla contra
dos altos cargos del PP en la trama de la copa de Navidad que financió la empresa
Sacyr a los trabajadores de Urbanismo.
Hornillo ha considerado que al alcalde de Sevilla “
tan sólo le importa mantenerse en el poder aunque para ello tenga que pactar con partido cuya principal acción política es la propagación de discursos de odio y bulos contra las mujeres, el colectivo lgtbi y, en general, contra las personas vulnerables de esta ciudad”.
La incorporación de Vox al equipo de Sanz era “un secreto a voces” que se percibía en los plenos municipales de los últimos meses “en los que la fuerza de ultraderecha había suavizado sus formas hacia el alcalde y adoptado un papel de defensa de la gestión del Partido Popular frente a la oposición”, una
“evidente consonancia” que se vio cuando Vox apoyó al PP en su negativa a que compareciera el delegado de Urbanismo.