Un nuevo incendio ha quemado la pasada noche un centro de transformación eléctrica en la barriada de Los Pajaritos de Sevilla, el segundo que se destruye en dos días en la ciudad, según ha informado Endesa en un comunicado, que vuelve a atribuir el incidencia a los enganches ilegales para el cultivo de marihuana.
Tras la incidencia del lunes, cuando salió ardiendo el centro de transformación de la calle Mago de Oz del Polígono Sur de Sevilla, Endesa ha denunciado que se ha producido un problema similar por “la práctica de los enganches ilegales” en Los Pajaritos, que supone “un grave riesgo para la seguridad de las personas que viven en estos entornos”.
Por este motivo, en enero de este año la empresa instaló nuevos cuadros de baja tensión telemandados que permiten maniobrar sobre la instalación de baja tensión a distancia.
Esto supone que, ante cualquier sobrecarga de la red, cuando las protecciones (fusibles) del cuadro de baja tensión saltan por seguridad se pueden volver a activar de forma remota, reduciendo de este modo el tiempo de reposición del suministro y garantizando la seguridad de los trabajadores de Endesa, según señalan.
La compañía eléctrica ha indicado que una gran cantidad de enganches ilegales es lo que ha provocado la sobrecarga que ha derivado en el deterioro completo de esta instalación, que contaba con una potencia instalada muy superior a la contratada.
Endesa, que lleva trabajando desde primera hora para reponer el suministro a los 850 clientes con contrato en vigor, está reponiendo los dos transformadores calcinados por otros dos de 1.000 kVA cada uno, con capacidad suficiente para más de 1.400 clientes.
La empresa argumenta que la reciente auditoría de la Junta de Andalucía, se analizaba el barrio de Los Pajaritos, entre otros, como "afectado por los problemas de los cortes de suministro originado por el fraude masivo, principalmente por marihuana".
En dicho informe se subraya que la sobrecarga que sufren las instalaciones eléctricas proviene del exceso de demanda derivado de las conexiones ilegales, que carecen de contrato de suministro y de un contador que mida las necesidades de consumo para poder adaptar la red eléctrica, apunta la compañía.
"Estos excesos de demanda están originados por plantaciones de marihuana que introducen consumos casi industriales en zonas residenciales (una plantación de marihuana de interior consume como 80 viviendas de 100 metros cuadrados), cuya red de distribución no está diseñada para este fin, lo que genera sobrecargas fraudulentas que pueden derivar en sobrecalentamientos de los centros de transformación, como ha ocurrido en este caso", señalan.
Por este mismo motivo, en los últimos cuatro años se han incendiado 17 centros de transformación en las zonas de Sevilla más afectadas por el fraude, “lo que supone un grave riesgo para la seguridad de las instalaciones y de las personas que conviven en estos entornos”, finaliza.
